Acciones concertadas individuales y comunitarias
El Purpurado, con motivo del quinto aniversario de la Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, Laudato si’, y de la "Semana de la Laudato si’", organizada del 16 al 24 de mayo por el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, a fin de "animar y promover acciones concertadas individuales y comunitarias para el cuidado de nuestra casa común", invita a los católicos a tener "un corazón noble" y a no desperdiciar las cosas que pueden ser útiles a los demás.
Una historia del Cardenal Suharyo
Para hacer esto, el Cardenal Suharyo cuenta la historia de cómo un papagayo y otros pájaros se sintieron seguros al anidar en un gran árbol. Sin embargo, cuando el árbol comenzó a morir a causa de la flecha envenenada que le lanzó un cazador, sólo el papagayo decidió quedarse. Y cuando un desconocido le preguntó por qué se había quedado, el papagayo respondió que lo había hecho porque el árbol había ayudado a su familia. El extranjero, entonces, que tenía poderes especiales, devolvió la vida al árbol y los demás pájaros pudieron volver.
Mensaje es poderoso
El Purpurado explicó que se trata de una historia simple, pero que lleva un “mensaje es poderoso”:
“A todos se nos pide que tengamos un corazón noble, como el del papagayo. Con un corazón noble podemos proteger, salvaguardar y hacer esfuerzos para hacer de nuestra Tierra un lugar próspero y pacífico para toda la creación”
Por lo tanto, la Comisión Justicia y Paz de la Arquidiócesis invitó a todos los párrocos a reintroducir la Encíclica del Papa y a animar a los feligreses a trabajar por el medio ambiente.
Por su parte, el Padre Agustinus Heri Wibowo, Presidente de la Comisión, hablando con la agencia UCA News, subrayó que los católicos no deben comprar comida y luego tirarla y que incluso tirar la ropa es un gran problema de desperdicio. De ahí su afirmación:
“Eviten desperdiciar la comida, porque todavía hay mucha gente pobre y hambrienta. Planten árboles con las familias. Apoyen a los agricultores locales que ahora están sufriendo, en lugar de dar comida sólo a la gente por las calles de las ciudades”