Muchas personas en todo el mundo siguen esperando todavía su primera inyección Caritas lanza cinco recomendaciones para “volver a poner a las personas en el centro” de los esfuerzos de vacunación
En septiembre de 2021, el 62% de las personas de los países de ingresos altos han recibido al menos una dosis, mientras que solo el 3% lo ha hecho en los países de ingresos bajos, según el Global Dashboard for Vaccine Equity de las Naciones Unidas
En un debate celebrado en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, cinco instituciones y empresas internacionales de inspiración católica intercambiaron ideas sobre cómo sostener una campaña de vacunación mundial equitativa
María Amparo Alonso, de Caritas Internationalis, hizo hincapié, entre otras medidas, en la necesidad de que los países se asocien con organizaciones religiosas que trabajen sobre el terreno en comunidades marginadas para prestar servicios sanitarios
María Amparo Alonso, de Caritas Internationalis, hizo hincapié, entre otras medidas, en la necesidad de que los países se asocien con organizaciones religiosas que trabajen sobre el terreno en comunidades marginadas para prestar servicios sanitarios
| Isabella H. de Carvalho, I.Media
Catholic Fact Checking - Mientras algunos países comienzan a administrar las terceras dosis de las vacunas COVID-19, muchas personas en todo el mundo siguen esperando su primera inyección. En septiembre de 2021, el 62% de las personas de los países de ingresos altos han recibido al menos una dosis, mientras que solo el 3% lo ha hecho en los países de ingresos bajos, según el Global Dashboard for Vaccine Equity de las Naciones Unidas.
“Al pensar en el acceso a las vacunas nos encontramos ante un problema de seguridad global con muchas dimensiones: sanitaria, social, económica”, afirmó María Amparo Alonso, representante de Cáritas Internationalis, en una Mesa Redonda organizada por la agencia de televisión, Rome Reports, el 27 de septiembre de 2021.
Celebrado en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, el debate reunió a cinco instituciones y empresas internacionales de inspiración católica para ofrecer un intercambio sobre cómo sostener una campaña de vacunación mundial equitativa. Basándose en consultas con la red mundial de Cáritas, María Amparo Alonso ofreció cinco recomendaciones sobre cómo “volver a poner a las personas en el centro” de los esfuerzos de vacunación.
Garantizar un suministro eficaz de vacunas sobre el terreno
En primer lugar, la responsable de Cáritas dijo que los países tienen que asegurarse de que hay una administración eficaz de las vacunas en cada territorio. Reconoció que el programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud, que distribuye las vacunas a los estados con ingresos medios y bajos, es crucial para asegurar que estas naciones con menos medios reciban las vacunas.
Sin embargo, subrayó que es importante que las dosis se distribuyan luego de forma efectiva sobre el terreno, para que lleguen a toda la población. “El mecanismo COVAX llega a las fronteras, pero ¿qué pasa con los más vulnerables? ¿Qué pasa con los que viven en zonas rurales, con los marginados?”, preguntó. “¿Qué está pasando con la “periferia” como siempre dice el Papa Francisco?”.
El obispo de Roma ha animado con frecuencia a que las vacunas estén disponibles para todos. A principios de este año, la Santa Sede también organizó una campaña de vacunación para las personas sin hogar que viven en los alrededores del Vaticano y vacunó a casi 1500 personas desde enero de 2021.
Asociarse con las organizaciones religiosas
María Amparo Alonso hizo hincapié en la necesidad de que los países se asocien con organizaciones confesionales que estén presentes sobre el terreno y trabajen en comunidades marginadas para prestar servicios sanitarios. Caritas Internationalis, por ejemplo, tiene unos 160 miembros presentes en más de 200 países. “[Las organizaciones confesionales] están sobre el terreno, conocen, escuchan y acompañan a las personas más vulnerables”, afirmó.
La Organización Mundial de la Salud, de hecho, se ha comprometido con más de 50 actores, socios y organizaciones confesionales para ayudar a prestar servicios sanitarios y llegar a la gente.
Compartir más dosis de vacunas con los países de bajos ingresos
La representante de Cáritas dijo que hay que hacer más para garantizar que los países en desarrollo reciban las vacunas. Consideró que la reunión del G20, que se celebrará en Roma el 30 de octubre, es una buena oportunidad para invitar a los Estados a financiar, compartir y distribuir las vacunas de forma equitativa y apoyar iniciativas como COVAX.
En junio de 2021, los líderes del G7 se comprometieron a aportar mil millones de dosis de vacunas al plan COVAX.
La People’s Vaccine Alliance, que incluye a los principales líderes políticos de los países en desarrollo y a organizaciones humanitarias internacionales como Oxfam y Human Rights Watch, ha calculado que hasta septiembre de 2021 solo se ha entregado el 13% de las dosis prometidas. Además, según un estudio de Airfinity, el G7 y la UE tendrán mil millones de dosis sobrantes a finales de 2021, de las cuales el 10%, 100 millones, van a caducar.
María Amparo Alonso también destacó la importancia de facilitar la producción local de las vacunas superando el debate político sobre los derechos de propiedad intelectual. Algunos países y líderes mundiales, incluido el Papa Francisco, han apoyado la propuesta de renunciar a los derechos de propiedad intelectual de las vacunas, lo que permitiría a los países una producción local en lugar de tener que comprarlas a las empresas farmacéuticas que las crearon. Otros líderes han discrepado, diciendo que los derechos de propiedad son necesarios para fomentar la competencia y el desarrollo científico.
“Pongamos a las personas en primer lugar, antes que a las empresas, porque esta situación merece un enfoque centrado en los derechos humanos”, declaró María Amparo Alonso.
Fortalecer los sistemas de salud
Alonso pidió una política de vacunación integral que se adapte a las necesidades del contexto local. Esto significa fortalecer los sistemas de salud que pueden haberse colapsado debido a la pandemia o que no puedan proporcionar una atención adecuada por falta de instalaciones o recursos
Un estudio realizado por CARE estima que por cada dólar que un estado invierte en dosis de vacunas, es necesario invertir 5 dólares más para que las inyecciones se apliquen de forma eficaz. Esto significa disponer de instalaciones adecuadas de refrigeración y almacenamiento para las inoculaciones, así como de herramientas logísticas para organizar las citas y llegar a la gente.
En junio de 2021 el Fondo Monetario Internacional, junto con el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Comercio pidieron una inversión de 50.000 millones de dólares para ayudar a los países a desarrollar sus sistemas de salud para poder fabricar, suministrar y prestar una atención eficaz para hacer frente a la pandemia.
Los países ricos deben ayudar a los más vulnerables
Alonso dijo que Cáritas descubrió que, en todas las regiones, los que no tenían la posibilidad de recibir la vacuna eran los más vulnerables, como los refugiados, las personas sin hogar o los discapacitados. Alentó a los Estados de altos ingresos a que aprovechen su poder diplomático y económico para ayudar a estos grupos rezagados. “Volvamos a poner a la gente en el centro, y a los más vulnerables en este caso”, declaró.