Tercer Informe Anual de la Iglesia Católica en Bélgica Cardenal Kesel: "Intentemos ser Iglesia especialmente entre los ancianos, los enfermos y todos los excluidos"
"Muchas certezas nos han sido robadas" con la llegada del coronavirus, dice el informe
Con él se pretende dar testimonio "de la forma en que la Iglesia se acerca a las personas, de cómo toca e inspira"
(Sir).- "Intentemos ser una Iglesia que trae la Buena Nueva y celebra, pero también una Iglesia que acompaña, camina, busca y es empática: en la enseñanza, en las cárceles, en las residencias de estudiantes, entre los jóvenes y los adultos y especialmente entre los ancianos, los enfermos y todos los excluidos de la sociedad". Con estas palabras, Card. Jozef De Kesel, presidente de la Conferencia Episcopal Belga, presenta el Tercer Informe Anual de la Iglesia Católica en Bélgica, que hace un balance de la presencia de las diócesis y parroquias en la vida del país.
"La epidemia del coronavirus - escribe el cardenal en la introducción del Informe - ha tenido un impacto negativo en nuestra sociedad. También hemos experimentado nuestra fragilidad dentro de nuestras comunidades parroquiales. No tenemos control sobre todo. Muchas certezas nos han sido robadas y todavía están destrozadas".
Para hacer la situación aún más pesada, también hubo, durante un tiempo, la ausencia de misas y funerales celebrados sin familia ni amigos. "Para muchos era una verdadera carencia y esto demuestra la importancia social de la Iglesia. También es un testimonio de la importancia existencial que tiene para muchas personas. Sobre esta base, el presente informe -que abarca las actividades del año 2019- tiene por objeto dar testimonio, tras los informes anteriores, de la forma en que la Iglesia se acerca a las personas, de cómo toca e inspira la vida de las personas".
Del informe, de hecho, surge una Iglesia comprometida con el servicio de los enfermos, los ancianos y todos aquellos que están al margen de la sociedad. Se han creado más de 2.000 iniciativas parroquiales para atender las necesidades de los más vulnerables; 141.054 voluntarios hacen posible estos proyectos y 4.524 voluntarios trabajan en centros de atención de la salud (hospitales, centros de atención residencial, instalaciones para discapacitados).