El secretario de Estado lamenta la “absurda destrucción de nuestros bosques” Parolin lleva los retos del Sínodo de la Amazonía a Naciones Unidas
El cardenal pidió a la comunidad internacional acciones “urgentes y duraderas” para proteger los bosques “en tiempos de creciente urbanización”, donde su importancia “se da por sobre entendida y subestimada”
Clama por "un enfoque integrado y multilateral que combata la pobreza y devuelva la dignidad a los excluidos"
| Jesús Bastante Vatican News
El Sínodo de la Amazonía y sus implicaciones para el futuro de la humanidad se colaron ayer en la sede de Naciones Unidas con motivo de la cumbre sobre el clima. Junto al videomensaje enviado por el Papa, el secretario de Estado, Pietro Parolin (presente en Nueva York), lanzó un duro mensaje contra “la absurda destrucción de nuestros bosques”, que supone un problema “ambiental, social y sobre todo ético”.
El cardenal pidió a la comunidad internacional acciones “urgentes y duraderas” para proteger los bosques “en tiempos de creciente urbanización”, donde su importancia “se da por sobre entendida y subestimada”.
Por ello, calificó a los bosques como “un santuario a cultivar y renovar constantemente”, pues la rápida destrucción de la flora llevará a "la pérdida de especies y de equilibrios vitales, que podrían alterar todo el ecosistema".
Por una ecología integral
“La absurda destrucción de los bosques lleva a un gran sufrimiento. Quienes pagan el precio más alto son aquellos que dependen de los bosques para sus hogares, medios de vida, tradiciones culturales y estructuras sociales", denunció Parolin, quien clamó por “una ecología integral” que “equilibre el uso responsable de los bosques para el desarrollo económico y social con su protección y preservación para el bien de quienes dependen y cuidan de ellos y para el bien de la humanidad y de las generaciones futuras".
Por ello, Parolin propuso que "las decisiones para mejorar la gestión de nuestros bosques se tomen con la participación plena y significativa de aquellos cuyos derechos, valores y voluntad se verán más afectados".
Haciendo referencia el próximo sínodo, Parolin pidió prestar “especial atención a los pueblos indígenas que viven en la Amazonía y a las cuestiones humanas, ecológicas, sociales y económicas que afectan a la región y que preocupan a toda la humanidad”. Y no sólo el Amazonas: también la cuenca del Congo, los bosques tropicales del sudeste asiático y otros bosques nacionales y territorios verdes.
"No puede haber un verdadero enfoque ecológico o una acción concreta para proteger el medio ambiente sin una justicia social que garantice el derecho al destino común de los bienes de la tierra para las generaciones actuales, pero también para las futuras"
, recalcó el secretario de Estado, quien exigió a las autoridades mundiales "un enfoque integrado y multilateral que combata la pobreza y devuelva la dignidad a los excluidos, protegiendo al mismo tiempo este precioso, indispensable y amenazado don", que son las selvas tropicales.