Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad del Pueblo Coreano, este año marcada por la tensión El arzobispo de Seúl exhorta a "superar la animosidad con la luz de la oración"

Arzobispo de Seúl, Peter Chung Soon-taick
Arzobispo de Seúl, Peter Chung Soon-taick

Este año el aniversario coincide con un momento particularmente marcado por la tensión: globos cargados de basura desde Corea del Norte y visita del presidente de Corea del Sur al portaaviones estadounidense Theodore Roosevelt en el puerto de Busan

Por su parte, el arzobispo de Seúl Peter Chung Soon-taick, que es también administrador apostólico de Pyongyang, pidió en su homilía un renovado compromiso por la paz y la reconciliación

Desde 1965 la Conferencia Episcopal Católica de Corea celebra el 25 de junio el Día de Oración por la Iglesia en Silencio

Hasta la fecha, se han celebrado 1.413 misas, lo que demuestra la dedicación constante de la Comisión para cultivar la paz 

(AsiaNews).- “Aunque la situación entre las dos Coreas puede parecer desoladora, los cristianos no podemos quedarnos en la desesperación. Por el contrario, precisamente en este momento de creciente animosidad es cuando nuestra oración puede iluminar nuestro tiempo con mayor luz”, dijo el arzobispo de Seúl Peter Chung Soon-taick con motivo de la Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad del Pueblo Coreano que hoy celebra la Iglesia, en coincidencia con el 73º aniversario del comienzo de la guerra que condujo a la dolorosa herida de la separación de Seúl y Pyongyang.

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Este año el aniversario coincide con un momento particularmente marcado por la tensión. Seúl se despertó con la noticia de que habían lanzado otros 350 globos cargados de basura desde Corea del Norte a Corea del Sur durante la noche, lo que constituye el quinto episodio de este tipo desde finales del mes pasado. Cerca de 100 globos, en su mayoría cargados de papel y basura, aterrizaron en la capital y en el norte de la provincia de Gyeonggi.

Por su parte el presidente Yoon Suk Yeol visitó el portaaviones estadounidense Theodore Roosevelt (CVN-71) que hizo escala en el puerto naval de la ciudad sudoriental de Busan, con vistas a los ejercicios conjuntos de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón que comienzan mañana y cuyo objetivo es contrarrestar la creciente amenaza de Corea del Norte.

En este sentido el arzobispo de Seúl Peter Chung Soon-taick, que es también administrador apostólico de Pyongyang, pidió en su homilía un renovado compromiso por la paz y la reconciliación, subrayando que es fundamental no transmitir un legado de odio a las generaciones futuras. “Jesús mismo - explicó - demostró que la paz no se puede alcanzar con la lógica del 'ojo por ojo'. La paz sólo se puede lograr mediante el diálogo". Exhortó a los fieles a rezar no por la transformación de los demás, sino para poder imitar la ilimitada misericordia y paciencia de Dios eligiendo el camino de la paz.

El arzobispo reflexionó sobre la resiliencia del pueblo coreano y añadió: “Nuestro pueblo se ha aferrado a la esperanza de superar la pobreza, lo que condujo al desarrollo económico de nuestro país, y a la esperanza de superar la dictadura, que nos permitió alcanzar la democracia. Ahora debemos alimentar la nueva esperanza de superar las divisiones. Esta esperanza sin duda traerá la verdadera paz a la Península de Corea”. El arzobispo Chung concluyó invitando a todos los que viven en la península a "elegir el camino del perdón y la reconciliación antes que del odio y el resentimiento".

Desde 1965 la Conferencia Episcopal Católica de Corea celebra el 25 de junio el Día de Oración por la Iglesia en Silencio. En 1992 se cambió el nombre por "Jornada Nacional de Oración por la Reconciliación y la Unidad del Pueblo Coreano". La Arquidiócesis de Seúl estableció una Comisión de Reconciliación del Pueblo Coreano en 1995, con motivo del 50º aniversario de la liberación. La Comisión organiza encuentros de oración para compartir la paz todos los martes a las 7 pm en la Catedral de Myeongdong. Hasta la fecha, se han celebrado 1.413 misas, lo que demuestra la dedicación constante de la Comisión para cultivar la paz y la unidad a través de la oración y la reflexión. 

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