Paz Pasamar 4. ERES CALOR, CALOR, TIBIO REGAZO
FILOMENA EN SAN JUAN DE LA CRUZ
En la estrofa 39, penúltima del “Cántico espiritual”, describe líricamente el poeta avileño la sensación de gozosa plenitud que acompaña a la unión con el Amado, amor que anuncia la primavera y canta la noche: “El aspirar del aire, / el canto de la dulce filomena, / el soto y su donaire / en la noche serena, / con llama que consume y no da pena.” El canto del ruiseñor, o filomena, es inolvidable por su volumen, su variedad de notas y por la fuerza con que es emitido. Es fácil oírlo cantar; mucho más difícil verlo.De día y de noche protagoniza el espacio sonoro del jardín o del bosque. “Philomena –nos explica Pilar Paz– es la palabra como oración, la escritura poética como oración, como medio que tiene el poeta para fundirse con todo lo creado...”
EL AGUA DE LOS SALMOS ADVIENE COMO UN CHORRO
Correspondiendo a los cuatro tiempos del día (alba, mediodía, tarde, noche), de las edades del hombre, de los ciclos de la naturaleza, se presenta inicialmente la sección “Alba”. “Un solo pájaro despierta el universo”, leemos en “Maitines”. Y un coro de monjes del monasterio de la Oliva, en Carcastillo, escancia del corazón “hasta el brocal del labio” agua de salmos. No cantan solos: se asocian también al himno universal de la creación el aire, las semillas, las ramas, los animales, los humanos, que madrugan y están pendientes de que Tú, Señor, “descorras las cortinas / y nos des la ración de pan, de alpiste y agua...”
MAITINES
Un solo pájaro despierta el universo.
Un solo trino desenvuelve la enroscada madeja
y en la nave interior, en posturas fetales,
caracolean salmos primerizos,
gira la noria tempranera
y del profundo pozo hasta el brocal del labio
el agua de los salmos adviene como un chorro.
Por Ti, madruga el aire,
la semilla se yergue desde el terrón materno;
pugnan por asomar los tréboles,
las ramas desperezan su postura nocturna,
siente hambre la fiera,
miedo o felicidad el hombre que ha soñado,
madrugan y anticipan su sed los deseosos
pendientes de que Tú descorras las cortinas
y nos des la ración de pan, de alpiste y agua.
POR DONDE SE TE ESCAPA EL CORAZÓN POR SACUDIDAS
Explica Pilar, en entrevista realizada en su propia vivienda: “En el alba está el amanecer de los pájaros que, antes de nada, son los pájaros reales que escucho desde aquí, y luego es la palabra”. Se dirige la poeta al ruiseñor de “Philomena, tu cántico...”, y le pide que sea humilde y acepte que es instrumento de Quien está dentro de su trino, que valore que solo es una nota “dentro de la infinita belleza de Su Música“, que solo es Eco de la Voz Original. ¿Habla con el ruiseñor real que acude cada madrugada a su ventana, o se pregunta a sí misma acerca del verdadero autor de sus propios inspirados versos...? “Y no eres responsable de la belleza / sino de si has cantado con amor...”
[PHILOMENA, TU CÁNTICO]
Philomena, tu cántico
es un acorde más entre todos aquellos
que forman el concierto: oye la sinfonía.
Tu engreída garganta, inapreciable cítara,
levísima vihuela entre tanto instrumento,
toca a Su Son, mas tú no eres
quien pulsas ni conduces
pues todo lo que aporta tu gorjeo
es un breve añadido que apenas se percibe.
Tu canto es una nota; una nota entre tantas
de los innumerables pentagramas,
dentro de la infinita belleza de Su Música.
Advierto el gran esfuerzo, el pálpito ardoroso
de tu cuello por donde se te escapa
el corazón a sacudidas,
sus contracciones rápidas como si fueses tú
–y no Quien está dentro de tu trino-,
la que llevara pauta de su propio sonido
o como si -qué cándida- por ti tuviera fuerza
mayor la sinfonía.
Philomena, sosiégate. La armonía es eterna,
estuvo hecha sin ti, estamos repitiendo,
alma mía, Su Eco,
porque el Original quiere escucharse
a través de Sí Mismo, de las constelaciones,
del ruido de los mares, del silencio y de todo
sonido de los ámbitos creados.
Toca Su Son porque no es tuyo
y no eres responsable de la belleza
sino de si has cantado con amor.
ALBA CALIENTE, LUZ A TODAS HORAS
Se abre “La noche abolida” con dos versos hímnicos de enorme intensidad: “Tu mano acerca el fuego a la sombría tierra / y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia.” Esta noche no es noche; es, si acaso, amanecer. O la noche mística. O la Vigilia Pascual en torno a la Hoguera Santa y los calores del Aleluya. Así celebra Pilar los misterios de la noche: descubriendo sentido a la pérdida/ausencia del fallecido esposo: “La tarde es la ausencia, el declive. Y la noche, ya se sabe lo que es. Hay poemas que escribí cuando estaba muriendo Carlos: “Eres calor, calor. Tibio regazo...” Para llegar a la conclusión final: “¡Cantar, cantar, cantar es lo que importa!”.
Los estremecidos versos de hoy es evidente que los ha concebido una mujer, una mujer varias veces madre. Repite hasta 17 veces el término “calor”: “Tibio regazo. / Pecho de ave. Edredón de pluma...” escribe con pulso emocionado refiriéndose al Padre, a la Madre común... “Eres calor, calor...”, le dice a Dios. “En mi calor, en mi calor te llevo...” como la tierra lleva fuego en su entraña... “Ni a la muerte / podemos ya temer y está vacío / el hoyo...” Porque, Señor, eres tú “alba caliente, luz a todas horas, / a todo tiempo, a toda vida / diste y das calor, sólo calor.” Así la piropeaba Juana Castro, al abrirse nuestro siglo: “La mística más innovadora de la última década.”
LA NOCHE ABOLIDATu mano acerca el fuego a la sombría tierra
y el rostro de las cosas se alegra en tu presencia.
SALMO
Eres calor, calor. Tibio regazo.
Pecho de ave. Edredón de pluma.
Por tu calor, no por tus resplandores,
por tu calor de lar, no por tu fuego,
por el calor al pan de tu tahona,
por tu calor, sólo calor, calor.
En mi calor, en mi calor te llevo
como la tierra lleva la amalgama,
la incandescente entraña, tú eres eso:
calor, calor, calor, calor, calor.
Ni a la muerte podemos ya temer,
cercano de tu hoguera está mi rostro,
del ígneo condimento está mi boca,
tu pan está caliente en la cocina
a la temperatura de la noche.
Huyen como de bosques incendiados
los fantasmas nocturnos, la alimaña
sale de su cobijo, ni a la muerte
podemos ya temer y está vacío
el hoyo, inútil miedo en que caímos.
Nada es la noche, no hubo nunca noche,
tú aboliste la sombra y el sepulcro,
tu hoguera no exigía sacrificios
ni te saciaste de vestal o víscera,
ni exigiste cuidados ni pabilos,
pues eras tú, perenne redivivo,
temperatura universal, el día,
alba caliente, luz a todas horas,
a todo tiempo, a toda vida
diste y das calor, sólo calor.
PILAR PAZ PASAMAR
"Como una fuente a mitad de camino"VICENTE ALEIXANDRE
1.La soledad, contigo
MUNDO NUEVO
PROMESA DE VIDA
2.Violencia inmóvil
ESE AMOR QUE -NOS DICEN- TE TENDREMOS
SEÑOR ENMUDECIDO, NO TE CALLES
QUÉ FALTO DE TERNURA...
3.La torre de Babel
LA TORRE
ÉXODO
PENTECOSTÉS
4.Eres calor, calor, tibio regazo
MAITINES
PHILOMENA, TU CÁNTICO...
LA NOCHE ABOLIDA
5.Hueco para Tu Nombre
LA PALABRA AIREADA
EL NIDO
AHORA TE SÉ, PUES TE RECUERDO