"Ha aportado esperanza, rebeldía y humanización como camino de caridad social y política" Francisco: De la Iglesia para las élites a la Iglesia de los pobres
"Bergoglio no debe su papado a ninguna negociación, a ningún mercadeo de poder, sino a una elección libre, ante la cual él afirmó: 'Ustedes sabrán lo que han hecho, porque ustedes me conocen'"
"Se llama Francisco para señalar que su pontificado va a estar atravesado por conseguir la paz, por la defensa de los empobrecidos, por amar la creación, por construir una iglesia pobre, de los pobres y con los pobres"
"Francisco pone rostros a los empobrecidos, pero, también pone rostro y señala a los que provocan este sufrimiento, a los que provocan la muerte y destruyen el planeta"
"Denuncia con mucha fuerza que es un sistema que idolatra el dinero y pone al servicio del dinero todo, incluido lo religioso. Es un mensaje tan directo, tan cercano, tan claro y tan profético que molesta a los amos de este mundo y ponen al Papa Francisco en su punto de mira"
"No es de extrañar que desde los lobbies financieros y económicos, junto a determinados cardenales, quieran derrocarlo y condicionar el próximo cónclave, para recuperar a esa Iglesia triunfante y al servicio del capitalismo neoliberal, de un Dios convertido en un becerro de oro"
"Francisco pone rostros a los empobrecidos, pero, también pone rostro y señala a los que provocan este sufrimiento, a los que provocan la muerte y destruyen el planeta"
"Denuncia con mucha fuerza que es un sistema que idolatra el dinero y pone al servicio del dinero todo, incluido lo religioso. Es un mensaje tan directo, tan cercano, tan claro y tan profético que molesta a los amos de este mundo y ponen al Papa Francisco en su punto de mira"
"No es de extrañar que desde los lobbies financieros y económicos, junto a determinados cardenales, quieran derrocarlo y condicionar el próximo cónclave, para recuperar a esa Iglesia triunfante y al servicio del capitalismo neoliberal, de un Dios convertido en un becerro de oro"
"No es de extrañar que desde los lobbies financieros y económicos, junto a determinados cardenales, quieran derrocarlo y condicionar el próximo cónclave, para recuperar a esa Iglesia triunfante y al servicio del capitalismo neoliberal, de un Dios convertido en un becerro de oro"
| Joaquín Sánchez, sacerdote
El papa Benedicto XVI renunció después de leer el informe que encargó sobre la situación del Vaticano. Un informe que pidió que se hiciera abiertamente, sin ningún tipo de autocensura o diplomacia, que fuera un informe que recogiera tanto las finanzas como todos los problemas que acuciaban a la Santa Sede, entre ellos, el de pederastia. El informe fue tan demoledor y desolador que Benecito XVI no se vio con fuerzas espirituales para afrontar las situaciones de escándalo.
Posiblemente, se sintiera responsable de esta situación por haber atacado sin miramiento a esa iglesia que quería vivir con fidelidad la opción preferencial por los pobres, para ser fiel a la misión de Jesús: Ser Buena Noticia para los pobres. Posiblemente, se sintiera culpable de haber encubiertos a sacerdotes y obispos pederastas, e, incluso, haber encumbrado algunos de ellos a puestos de responsabilidad.
Esta situación le hizo tener un gesto de una gran honradez, que fue presentar su renuncia y conociendo a la curia, lo hizo en un acto ordinario, sorpresivo, para evitar que se lo impidieran o movimientos que lo obstaculizarán. Abandona su responsabilidad ante los problemas que acuciaban a la iglesia y, en particular, al Vaticano, donde él había sido parte del problema.
Se convoca el cónclave y ante las luchas entre las opciones más conservadora, sale elegido Jorge Bergoglio, derrotando al Cardenal ultraconservador Scola. Este dato es importante, porque Bergoglio no debe su papado a ninguna negociación, a ningún mercadeo de poder, sino a una elección libre, ante la cual él afirmó: “Ustedes sabrán lo que han hecho, porque ustedes me conocen”.
Y, en efecto, arranca su papado eligiendo el nombre de Francisco de Asís, el primer Papa que elige este nombre, para señalar que su pontificado va a estar atravesado por conseguir la paz, por la defensa de los empobrecidos, por amar la creación, por construir una iglesia pobre, de los pobres y con los pobres.
Deja claro que los desposeídos, los desheredados van a ser el centro de su ministerio, no como una opción personal, sino una opción obligada que nace de los evangelios y de la Doctrina Social de la Iglesia. A esto hay que sumarle que su salida al balcón lo hace con una vestimenta sencilla, con una sonrisa, con sus propios zapatos y pidiendo a los creyentes que recen por él.
Se queda en la residencia de Santa Marta y renuncia a la gran habitación papal, ante sorpresa y enfado de la curia. Se pone en marcha inmediatamente, porque los problemas del Vaticano no tienen espera y sabe que es la Curia Romana es uno de los grandes problemas, porque es una curia que vive en el confort, en el lujo, en la corrupción en todos los ámbitos y al servicio de los grandes poderes económicos. Sabe que va a ser la Curia Romana su gran enemigo. Y, lo primero que hace es una reforma de la economía para que no sea un paraíso fiscal del dinero proveniente de los señores que se consideran los dueños de la vida y de la muerte.
Su experiencia argentina, con sus luces y sus sombras, va a estar muy presente. El sufrimiento de millones de personas es su punto de partida, un sufrimiento que nace de la avaricia, de la codicia, de la ambición, del engaño, de la manipulación y de la violencia de las élites sociales, económicas, financieras y militares con la complicidad de dirigentes políticos y religiosos. Francisco pone rostros a los empobrecidos, pero, también pone rostro y señala a los que provocan este sufrimiento, a los que provocan la muerte y destruyen el planeta.
Y, va más allá, señalando que el sistema actual económico mata y excluye a la persona. Es un sistema que descarta a la persona, como recoge en su encíclica Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio). Denuncia con mucha fuerza que es un sistema que idolatra el dinero y pone al servicio del dinero todo, incluido lo religioso. Es un mensaje tan directo, tan cercano, tan claro y tan profético que molesta a los amos de este mundo y ponen al Papa Francisco en su punto de mira.
Francisco ha escuchado el clamor de los pobres, los gritos de los que se ahogan en el mar huyendo de la guerra y de la miseria. Ha escuchado el grito de la clase trabajadora que pide un trabajo digno. Ha escuchado el grito de las familias que le han arrebatado su vivienda, que le han expulsado de su tierra. Son las tres “T” del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares: “Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que le da el trabajo”. Y, desde este clamor defiende que la política debe estar al servicio de la dignidad humana, del bien común y del cuidado de la casa común. Y, esto, es la voluntad de nuestro Dios Padre, no es comunismo, como afirma Francisco.
Alguna persona me ha preguntado por qué Francisco tiene un gran reconocimiento y otros papas, habiendo escrito encíclicas muy profundas y proféticas tienen bastante menos reconocimiento. Les respondo que le papa Francisco tiene un mayor reconocimiento fuera de la iglesia que dentro. El reconocimiento viene dado por su coherencia entre lo que escribe y lo que hace. Su credibilidad es que habla de los pobres y está al lado de los pobres, en conflictos con los que provocan la pobreza.
Le digo que el papa Francisco no es muy aceptado dentro de la Iglesia, incluso, tiene una gran oposición y abierta, cuyos representantes son los cardenales, entre otros, Burke, Müller, Sarah y, ahora menos, visible, Rouco Varela. Le acusan de hereje, de antipapa, de heterodoxo. De hecho, el cardenal Sarah ha rechazado la última encíclica de Francisco, Fratelli Tutti (Todos Hermanos). Una encíclica que denuncia el racismo la xenofobia, el rechazo a los pobres y que nos pide que acojamos los inmigrantes y a los refugiados.
Y, como dice Francisco que su pretensión en esta encíclica es: “un humilde aporte a la reflexión para que, frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sueño de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras”. No es de extrañar que desde los lobbies financieros y económicos, junto a determinados cardenales, quieran derrocarlo y condicionar el próximo cónclave, para recuperar a esa Iglesia triunfante y al servicio del capitalismo neoliberal, de un Dios convertido en un becerro de oro.
Creo que el papa Francisco ha aportado, ha sido, esperanza, rebeldía y humanización desde una fe profunda y honda en Jesucristo, como camino de fraternidad, de caridad social y política, de justicia, de libertad, de paz y de reconciliación. El viaje a Iraq es expresión de este camino. Y, como dice el papa Francisco, "soñemos juntos el camino a un futuro mejor”. Pues, soñemos y sigamos caminando, cuidando la vida y el planeta.
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