"Tu figura hizo brillar los valores verdaderamente humanos" ¡Gracias Francisco! porque tus palabras y tus gestos trajeron primavera

Papa Francisco
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"¡Gracias Francisco! porque nos recordaste que el corazón del mensaje de Jesús es la misericordia"

"Soñaste una Iglesia hospital de campaña, que cure con la medicina de la misericordia más que con la de la severidad y soportaste con coraje la tensión entre conducir una institución enorme y compleja y sostener el abrazo a todos, todos, todos"

"¡Gracias!, porque pusiste a la Iglesia en estado de reforma en clave misionera. Por tu batalla contra el clericalismo. Porque predicaste un nuevo modo de ser Iglesia. Porque gritaste a los cuatro vientos que los pobres están en el centro del Evangelio, porque fuiste el líder mundial más creíble ante un mundo que gira cada vez más loco…"

"Porque fuiste un padre para todos"

¡Gracias!, porque tus palabras y tus gestos trajeron primavera. Nos recordaste que el corazón del mensaje de Jesús es la misericordia. Soñaste una Iglesia hospital de campaña, que cure con la medicina de la misericordia más que con la de la severidad. Jesucristo quiere que su Iglesia sea una casa para todos y soportaste con coraje la tensión entre conducir una institución enorme y compleja y sostener el abrazo a todos, todos, todos.

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¡Gracias!, porque pusiste a la Iglesia en estado de reforma en clave misionera. Tu ministerio nos recordó siempre que la razón de ser de la Iglesia, su identidad más profunda, es anunciar el amor de Jesucristo que dio su vida por nosotros. Diste testimonio del gozo profundo que da saberse amado por Dios y nos hiciste redescubrir la dulce y confortadora alegría de evangelizar. Fuiste un padre para todos, que supo encarnar el estilo de Dios que –como nos enseñaste– es cercanía, compasión y ternura.

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"Tu sonrisa y sentido del humor hizo caer como hojas secas la solemnidad farisaica"

¡Gracias!, por tu batalla contra el clericalismo. Con látigos de cuerdas derrumbaste las mesas de autoridades que olvidaron que están llamadas a ser servidoras y no dominadoras, a imagen del Fundador que lavó los pies de sus discípulos. Tu simplicidad lo cambió todo. Tu sonrisa y sentido del humor hizo caer como hojas secas la solemnidad farisaica. En templos con paredes enmohecidas por el encierro abriste las ventanas para que sople el Espíritu e hiciste que en sus bóvedas vuelva a resonar el Evangelio sin glosa. Dejaste a plena luz la incompatibilidad entre una vida de lujo y el pesebre de Belén. Volvió a ser un valor buscar la última silla.

¡Gracias!, porque predicaste un nuevo modo de ser Iglesia. Redescubriste y le diste un nuevo brillo a la categoría de sinodalidad, que llama a que todos seamos protagonistas y servidores. Nos enseñaste que los caminos de Dios se encuentran con un discernimiento a la luz del Evangelio y no con decretos de autoridades sacralizadas. Ampliaste la mesa de las decisiones, pidiendo que sea un lugar de escucha y haciendo más espacio para las mujeres. Socavaste el machismo institucionalizado recordando que Jesús tuvo en María Magdalena una apóstola de apóstoles.

"Ampliaste la mesa de las decisiones, pidiendo que sea un lugar de escucha y haciendo más espacio para las mujeres. Socavaste el machismo institucionalizado recordando que Jesús tuvo en María Magdalena una apóstola de apóstoles"

¡Gracias!, porque gritaste a los cuatro vientos que los pobres están en el centro del Evangelio. En Jesús, Dios se hizo radicalmente pobre y el mismo Jesús se estremeció de gozo al recordar que a los pobres les fueron reveladas cosas de Dios que los sabios no conocen. Con ese mismo gozo vibraste, y contagiaste esa conmoción a la Iglesia que ya no podrá olvidar que a ellos les pertenece el Reino que predica. Y los pobres de la tierra recordarán que tuvieron un Papa que estaba de su lado.

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"Los pobres de la tierra recordarán que tuvieron un Papa que estaba de su lado"

¡Gracias!, porque fuiste el líder mundial más creíble, predicando en el desierto la necesidad del desarme y la paz. Ante el drama de los migrantes, tu testimonio fue un escudo para enfrentar la ilusión de la solución violenta y un estímulo para buscar un camino más humano. Ante un mundo que gira cada vez más loco, con el ascenso de líderes que explotan nuestras zonas oscuras exacerbando el individualismo y sembrando miedo y odio para manipularnos, tu figura hizo brillar los valores verdaderamente humanos: somos hermanos, el consumo desmedido no lleva a la felicidad, cuidemos la madre tierra, nadie se salva solo. ¡Cuánto más humanos nos hace que alguien diga desde lo alto: “no puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa”! (Evangelii Gaudium 53)

Por todo esto, y porque confiamos en que esta sensación de orfandad va a ser abrazada por tu paternidad desde el Cielo, de corazón te decimos: ¡Gracias Francisco!

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