"Nuestro abrazo fraterno por ser humano por los cuatro costados" Carta al Papa: "Gracias por denunciar el sistema capitalista como fábrica de descarte para millones de criaturas"
"Somos miles de personas de a pie, en el Sur de España, y en otros lugares del mundo, que trabajamos en grupos solidarios, en movimientos y organizaciones populares, en asociaciones que defienden los derechos humanos"
"Tener sentido común, al expresar que la vida, los hechos, las personas son más importantes que las teorías, las ideas o las doctrinas que a veces han dividido y dividen tanto"
"Dentro de la Iglesia, tiene a un grupo de escribas y fariseos, como los tenía Jesús, que vigilan y espían su doctrina, sus mensajes"
"Dentro de la Iglesia, tiene a un grupo de escribas y fariseos, como los tenía Jesús, que vigilan y espían su doctrina, sus mensajes"
Querido Papa Francisco:
En primer lugar nuestro abrazo fraterno de respeto y aprecio por ser como es, hombre bueno, humano por los cuatro costados. Somos miles de personas de a pie, en el Sur de España, y en otros lugares del mundo, que trabajamos en grupos solidarios, en movimientos y organizaciones populares, en asociaciones que defienden los derechos humanos. Unos, animados por la fe en el Resucitado, otros, indiferentes ante cualquier religión, agnósticos e incluso ateos. Pero todos unidos porque queremos un mundo más justo, y ahora unidos en el respeto y admiración de su persona y sus mensajes.
Le escribimos porque es usted, desde que llego a ser Papa, el referente más cualificado, a nivel mundial, en defender la vida y la creación.
Nuestra más sincera gratitud por:
1.- Poner en el centro de su misión el sufrimiento humano, destapando situaciones injustas que claman al cielo contra nuestros hermanos, como los refugiados, migrantes, desahuciados, los parados, la pandemia del hambre o la incultura, las xenofobias de todo tipo, etc. etc.
2.- Denunciar, de forma rotunda, al sistema capitalista, sin rostro humano, insaciable en su apetencia de poder y acumulación de riqueza, como causante principal de la brecha entre ricos y pobres y fábrica del descarte para millones de criaturas en el mundo.
3.- Defender la creación, casa común de todos los seres vivos, en su magnífica Encíclica “Laudato si”, frente a los depredadores que solo buscan el interés económico sin importarle su destrucción.
4.- Desear una iglesia pobre al servicio de los pobres, reorientando a pastores y fieles a imitar la manera de ser del Maestro, Jesús, que fue buena noticia para los excluidos de aquella sociedad.
5.- Fomentar el diálogo con todas las Confesiones Religiosas, reconociendo sus valores, y llamando a construir, entre todos, sociedades tolerantes y solidarias al servicio de un mundo más justo.
6.- Tener sentido común, al expresar que la vida, los hechos, las personas son más importantes que las teorías, las ideas o las doctrinas que a veces han dividido y dividen tanto a la sociedad.
7.- Finalmente, su testimonio de vida, sencilla y coherente, sin oropeles externos que separan, sin sacralizaciones inútiles que distancian, sin signos externos de poder y grandeza que desprecian y marginan. Todo eso vivido con la seriedad de un creyente que cree lo que predica y sigue a Jesucristo, “que no vino a ser servido sino a servir”.
Sabemos Papa Francisco, que su manera de ser, sus decisiones y sus mensajes no son bien acogidos por personas y sectores muy poderosos de la sociedad. Y es lógico, normal y hasta aplaudible el que sea así, porque se cumplen las palabras del Maestro Jesucristo “Si a mí me persiguen a vosotros también os perseguirán”.
También dentro de la Iglesia, tiene a un grupo de escribas y fariseos, como los tenía Jesús, que vigilan y espían su doctrina, sus mensajes, cartas y homilías por si no están de acuerdo con la doctrina más ortodoxa de la Iglesia Católica. Olvidan desgraciadamente lo esencial del Evangelio, el amor a los hermanos y las obras de las que seremos juzgados al final de nuestra vida: “Venid benditos de mi Padre porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estaba desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a verme, peregrino y me acogiste…” Esta debe ser la misión prioritaria de la Iglesia si quiere seguir siendo la Iglesia de Jesús. Y que usted avala sencilla y rotundamente con su palabra y acción.
Querido papa Francisco, estamos encantados con su manera de ser, sus decisiones y sus sabias palabras de hombre de profunda fe en el Dios de la Vida. Le apoyamos y estamos totalmente de acuerdo en todos sus mensajes y propuestas de solidaridad, comprensión y ayuda a los más necesitados. Y más en este momento histórico que estamos sufriendo con la pandemia y la hambruna que se agravará para gran parte de la población mundial.
Que el Señor le siga dando fuerzas para que su testimonio de vida y su palabra iluminen la oscuridad en que nos movemos en esta sociedad, basada en el dinero, prestigio y poder, que deshumaniza al ser humano y tanto daño produce en los más pobres y desvalidos. Con nuestra mayor gratitud y disponibilidad.
Equipo promotor de la inciativa:
Paco Soto Montero
Manuel Velázquez Martín
Aquilins Casado Caro
Antonio González García
Juan Miguel Bueno Bailon
Y 224 más, por ahora
Para adherirse a la petición, pueden pinchar aquí