En el primer Congreso Iberoamericano contra el “Burn Out” en República Dominicana Mario Paredes: "Hay que convertir el derecho a la pausa, al descanso y a las vacaciones en política empresarial y de Estado"

Primer Congreso Iberoamericano contra el “Burn Out”

República Dominicana

Agradezco la oportunidad de dirigirme a todos ustedes:

Respetables señoras y señores.

 Cada etapa de la historia ha tenido sus logros y sus crisis. Crisis que – casi siempre – jalonan tiempos mejores en el desarrollo y progreso de la humanidad.

La crisis de la coyuntura histórica en la que nos correspondió vivir es multifacética y compleja. Son muchos los factores, y de diversa índole, que se acumulan para poder decir hoy, ante ustedes, que todavía no vivimos en el mejor de los mundos posibles y que, a las muchas conquistas en el campo  científico y tecnológico debemos sumar – simultáneamente – conquistas y avances en el perfeccionamiento del espíritu humano.

Porque vivimos en sociedades en las que cosas e intereses tienen primacía sobre las personas y en las que la técnica prima sobre la ética, lo mismo que el poder tiene prioridad sobre el servicio. Pero, además, este es un mundo en el que la empresa prima sobre el trabajador y su trabajo lo mismo que la producción de capital y riquezas tienen prelación sobre economías que sean justas y solidarias.

 Todo lo cual atropella al ser humano y lo convierte en un número, en una estadística y en víctima de un horario, de unas normas laborales, de un  engranaje social, político, económico y cultural, en el que termina siendo explotado y menospreciado o valorado tanto cuanto sea eficiente productivamente hablando.

 Ante las prioridades sociales arriba descritas, en un mundo donde lo que importa es el tener sobre el ser, mundo en el que todo se compra y todo se vende, el ser humano acaba siendo una máquina, “un instrumento de producción y objeto de consumo” (DP 311).

 Global y “globalizadamente”, el ser humano terminó siendo un esclavo del rendimiento laboral para la productividad. De tal manera que  “el hombre actual ha comprado la prosperidad al precio de un vertiginoso empobrecimiento en sus elementos vitales” (H.Cox).

 Todo lo cual se traduce en hastío, en agobio, en cansancio, en agotamiento y fatiga acumulados… Todo lo cual clama por la necesidad del descanso, de las vacaciones, de la celebración de la vida y de la fiesta, de la pausa y del sosiego. Es decir, por la necesidad de elementos que son esenciales para la diaria existencia humana y sin los cuales, la vida, sin verdadera felicidad, se va escapando como agua entre los dedos.

 Y entonces, todo lo aquí dicho hace válida la iniciativa, misión, visión y propósitos de la fundación por las “VACACIONES COMO UN DERECHO HUMANO” que aquí nos congrega, en este PRIMER CONGRESO IBEROAMERICANO CONTRA EL “BURN OUT”, vale decir, contra el agotamiento físico y mental.

 Agotamiento físico y mental, casi siempre – aunque no exclusivamente – ligado a los ambientes laborales y que, en 2019, la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) ya reconoció como una enfermedad padecida por millones en nuestras sociedades.

 Soy gerente general (CEO) de SOMOS COMMUNITY CARE, una Organización en la que el tema del descanso tiene especial relevancia porque se trata de una institución para la salud. Conscientes de ello, y de la grandeza y dignidad del ser humano, apoyamos toda iniciativa que tenga que ver con la humanización, con el mejor trato y la mayor suma de bienestar de nuestros empleados, colaboradores y asociados.

 La Fundación “VACACIONES: UN DERECHO HUMANO”, busca crear conciencia en los individuos de la importancia de tomar una pausa, para mejorar y optimizar la salud mental de todos, especialmente de los trabajadores, a través del descanso y las vacaciones. Y esta es una buena intención, un buen propósito, una loable tarea.

Pero, en esta aspiración, ganaremos más cuando el derecho a la pausa, al descanso y a las vacaciones se conviertan en política empresarial y de Estado. Los individuos, en nuestras comunidades, estamos organizados, mayoritariamente, en instituciones laborales y empresariales, por lo que se requiere un cambio de visión y de mentalidad desde las estructuras sociales y empresariales para que el anhelo y derecho del descanso para todos, como un derecho humano y social, se haga realidad.

En este necesario cambio de políticas empresariales al respecto, van apareciendo iniciativas tales como el teletrabajo, el trabajo desde la casa, horarios mixtos entre la casa y la oficina, reducción de horarios laborales, etc. Estas son ideas que nos van retando a todos a ser creativos a la hora de salvaguardar – primero que todo - la dignidad de la persona humana y de encontrar nuevos caminos para humanizar el trabajo y la tarea de ser hombres y mujeres en búsqueda de una existencia humana y feliz.

Para no ser yo el responsable de su “cansancio y agotamiento” precisamente en este Congreso (risas), permítanme terminar recordándoles que “sólo tenemos derecho al descanso, si nos cansamos, diariamente, en el esfuerzo por construir una sociedad más humana y feliz para todos” (Pagola, J.A). Que este encuentro y Congreso y las ideas y experiencias aquí compartidas nos ayuden a ser agentes activos y permanentes en esta tarea, en este cambio y en la superación de nuestras muchas crisis actuales.

¡Muchas gracias!