Los jesuitas: De Pedro Arrupe a Arturo Sosa (IV) Adolfo Nicolás y "la música que brota de la vida de los demás"

"Los breves años como superior general de Adolfo Nicolás estuvieron dedicados a incentivar a que los jesuitas, cada jesuita, cada comunidad, cada obra, en toda nuestra vida y labor apostòlica, siempre nos esforzàramos por conseguir profundidad y larga visión de conjunto"

Nos pedía "escuchar la música que brota de la vida de los demás" y "ser como girafas que, teniendo un corazón grande, en nuestro caso, grande para amar mucho, y un cuello largo, podían mirar lejos y ver bien el conjunto"

"Nicolás piensa en una Compañía más dinámica y funcional, menos barroca y farragosa, y menos dominada por los particularismos y paralelismos de las estructuras, capaz de concebirse y operar como un cuerpo único y universal"

"El estilo de gobierno de Nicolás se caracterizó por su sencillez y razonabilidad, su sentido práctico, su radicalidad ignaciana sin rebajas ni compromisos, su atenta mirada y escucha de la realidad"

29.08.2021 | P. Romàn Espadas, S.J.

Ojalà que lo compartido sobre la profètica era Arrupe (1965-1983), el interregno papal de Dezza (1981-1983) y los 25 años (1983-2008) de estabilidad nórdica del holandés Kolvenbah, se haya ido integrando en una visiòn de conjunto que nos permita entender y valorar la ruta y los resultados del complejo y esperanzador proceso de renovación y actualizaciòn eclesial e ignaciana de los jesuitas.

La comprensiòn y valoración de esa ruta y de sus resultados renovadores y actualizadores para la vida y obra de los jesuitas, será enriquecida cuando podamos compartirles otra serie de pequeños artículos sobre las seis Congregaciones Generales (la 31 a la 36, de 1965 a 2016), separadas entre si por unos diez años, una de la otra) que, como màximo órgano de gobierno en la Compañìa de Jesùs, fueron marcando, sistemática y coherentemente, las pautas a tenerse en cuenta, el camino a seguir y los objetivos a buscarse por el gobierno central, por el cuerpo apostólico universal, y por cada jesuita, cada comunidad y cada obra.

Ahora intentamos enriquecer esa visión integradora con los aportes de Adolfo Nicolàs al frente (2008-2016) de los jesuitas. Sus breves años como superior general estuvieron dedicados a incentivar a que los jesuitas, cada jesuita, cada comunidad, cada obra, en toda nuestra vida y labor apostòlica, siempre nos esforzàramos por conseguir profundidad y larga visión de conjunto: ¿Què logró? Veamos.

En 2008, la Congregaciòn General 35 escogiò como Superior General de los jesuitas al español Adolfo Nicolàs, quien como Arrupe había pasado la mayor parte de su vida adulta en Japòn.

Cuando en 2014 nos visitò en Cuba, concelebrè con èl una eucaristía donde, a los jesuitas presentes, nos invitò a dos cosas muy relacionadas con la profundidad y el mirar lejos con visión de conjunto, aspectos esenciales e integradores de su programa de gobierno : 1. Escuchar la música que brota de la vida de los demás, y 2. Ser como girafas que, teniendo un corazón grande, en nuestro caso, grande para amar mucho, y un cuello largo, podían mirar lejos y ver bien el conjunto, en nuestro caso, no circunscribirnos al pequeño “mundito” de nuestros intereses, actividades y circunstancias.

Dialogando con grupos juveniles, Adolfo Nicolàs los exhortó a atreverse a construir juntos un nuevo sueño posible que se fundamente en el servicio a los demás.

Dada la situación que estamos padeciendo hoy en Cuba, las dos sugerencias, a jesuitas y a jóvenes, son de máxima actualidad.

Acudimos de nuevo al parecer, informado y autorizado, de Gianni La Bella en Los Jesuitas. Del Vaticano II al Papa Francisco.

Nicolás piensa en una Compañía más dinámica y funcional, menos barroca y farragosa, y menos dominada por los particularismos y paralelismos de las estructuras, capaz de concebirse y operar como un cuerpo único y universal.

Las prioridades sobre las que pretendiò concentrarse fueron: el redescubrimiento de la dimensión universal de la misión de la Compañía, la renovación de la calidad de la vida espiritual, la formación, la ecología, el apostolado intelectual, la mejora de la vida comunitaria en torno al tríptico «identidad – misión – comunidad», según el deseo expresado por la Congregación General 35 que lo eligiò como Superior General.

El estilo de gobierno de Nicolás se caracterizó por su sencillez y razonabilidad, su sentido práctico, su radicalidad ignaciana sin rebajas ni compromisos, su atenta mirada y escucha de la realidad –los «signos de los tiempos»– y su arte para despertar la cooperación activa de los jesuitas, proponiendo y sugiriendo, más que solo imponiendo. Con este estilo fue abordando y proponiendo a la Compañía los diversos capítulos de su programa.

El 3 de octubre del 2016, una vez aceptada su renuncia, por severas limitaciones de salud, el P. Federico Lombardi, a nombre de la Congregaciòn General 35, le ofreció, como agradecida despedida, un acertado recuento de sus años de gobierno: “Se ha entregado al servicio de la Compañìa universal, nos ofreció una lectura objetiva y profunda de los aspectos positivos y negativos de nuestra situación, nos pidió profundizar en nuestra historia para mejor comprender nuestra identidad y nuestra misión.

Ha puesto mucho empeño en garantizar una relaciòn buena y constructiva con la Curia Romana y con las altas instancias de la Iglesia. Ha sabido establecer desde el principio con el Papa Francisco una comunicación directa y cordial. Gracias por habernos guiado y acompañado hasta este dìa y en este espìritu¨.

De allì, partió de vuelta a su querido Japòn, donde falleció el 20 de mayo del 2020.