El estudio destaca necesidad de un cambio radical en la cultura de la Iglesia Rompiendo Silencios: un informe revela la profundidad de la crisis de abusos en la Iglesia católica de Inglaterra y Gales

No a los abusos en la Iglesia
No a los abusos en la Iglesia

Un exhaustivo estudio realizado por el Centro de Estudios Católicos de la Universidad de Durham desvela la extensión y las profundas repercusiones de los abusos sexuales clericales en Inglaterra y Gales

El informe 'The Cross of the Moment' no solo expone las heridas abiertas sino que también llama a una urgente renovación cultural dentro de la Iglesia, subrayando la necesidad de transformaciones estructurales y una mayor fidelidad a los valores del Evangelio para restaurar la fe y la confianza de los fieles

En los turbulentos tiempos actuales, la Iglesia Católica enfrenta desafíos sin precedentes que sacuden sus cimientos mismos y cuestionan su misión en el mundo. Entre estos retos, la crisis de abusos sexuales a menores perpetrados por clérigos ha sido particularmente devastadora, no solo por los actos en sí, sino también por la inadecuada respuesta institucional que ha seguido en muchos casos. Recientemente, un informe exhaustivo titulado "The Cross of the Moment" elaborado por el Centro de Estudios Católicos de la Universidad de Durham, proporciona una visión comprensiva y a fondo del alcance de esta crisis en Inglaterra y Gales.

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Este documento, resultado de un proyecto llamado "Boundary Breaking", dirigido por los investigadores Pat Jones, Marcus Pound y Catherine Sexton, expone cómo la crisis ha sido vivida por diversos grupos dentro de la Iglesia, incluyendo víctimas y sobrevivientes de abuso, comunidades parroquiales, laicos, sacerdotes, diáconos, obispos y comunidades religiosas. A lo largo de cuatro años de investigación, el equipo de Durham se dedicó a entrevistar y escuchar a más de ochenta personas afectadas directamente por esta crisis, incluyendo a 22 sobrevivientes de abusos.

Los hallazgos del informe son reveladores y preocupantes. Se destaca que el abuso sexual clerical no solo ha roto partes cruciales de lo que la comunidad católica creía sobre sí misma, sino que también ha causado un daño profundo y duradero, afectando la vida de la Iglesia y su misión. Además, el informe señala cómo ciertas prácticas y estructuras dentro de la Iglesia han permitido que ocurra el abuso y que la respuesta pastoral e institucional en muchos casos haya causado aún más dolor y daño.

Uno de los puntos más críticos del informe es la necesidad de un cambio radical en la cultura de la Iglesia. Esto incluye una revisión de cómo se entienden y practican ciertos aspectos de la fe católica, especialmente en lo que respecta a la visión y el trato hacia el sacerdocio y la autoridad clerical. La tendencia a idealizar a los sacerdotes y colocarlos en un pedestal ha contribuido significativamente a una cultura de silencio y falta de rendición de cuentas, lo que ha hecho más difícil para las víctimas revelar sus experiencias de abuso o ser creídas cuando lo hacen.

El Papa Francisco ha insistido en la necesidad de una "conversión continua y profunda de corazones", marcada por acciones concretas y efectivas que involucren a toda la Iglesia. Este llamado resuena a lo largo del informe, que no solo busca explicaciones, sino también una mayor fidelidad a los principios del Evangelio en la práctica.

El informe concluye con un llamado a la acción, no solo a mejorar las normas y procedimientos de protección, sino a escuchar y trabajar más a fondo para entender lo que esta crisis significa y para fomentar una cultura que enfrente las preguntas difíciles con honestidad y humildad. Solo a través de un compromiso sincero y una revisión valiente de sus propias fallas, la Iglesia puede esperar restaurar la confianza y avanzar hacia una curación genuina.

Esta profunda mirada a la crisis de abusos sexuales en la Iglesia Católica en Inglaterra y Gales es un recordatorio doloroso pero necesario de que aún queda mucho por hacer. La esperanza de redención y restauración yace no solo en cambiar políticas, sino en transformar corazones y mentes, para reflejar más fielmente el amor y la justicia del Evangelio.

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