30 años de obras, y unos mil millones de euros ¿Tiene sentido 'religioso' reconstruir Notre Dame?

El interior de la catedral de Notre Dame de París tras el devastador incendio
El interior de la catedral de Notre Dame de París tras el devastador incendio

"Todos los estilos pueden ser religiosos, pero ningún estilo es en exclusiva religioso"

Añado nuevas y apesadumbradas riadas de dolor a la  torrentera de ellos  que hoy recorren los  ámbitos culturales, religiosos, artísticos  e históricos del mundo, con ocasión del desastre originado por el fuego devastador  en la catedral parisina  de “Notre Dame”, y decido redactar y expresar, entre otras,  las siguientes consideraciones: 

Respecto al futuro del templo  y posible restauración del mismo, teniendo en cuenta las cifras que más o menos  precipitada y fervorosamente  se anticipan  - treinta años de obras  y alrededor de mil millones de euros-,  suscribo  y me adhiero a la opinión  de quienes se muestran opuestos a afrontar cuanto antes  las obras,  que comportarían el intento  d devolverle a la ciudad de París,  y a todo el mundo,  el preciadísimo tesoro  de la catedral, “Patrimonio de la Humanidad”, con todos sus merecimientos.

Aunque propiedad del Estado francés,  el edificio es esencialmente religioso, cristiano –católico por más señas-, y tal condición para muchos constituiría  una insalvable dificultad, que hasta llegaría a imposibilitar  su rehabilitación.  La fe cristiana, la eclesiología, el sentido y contenido de la común unión,  las ideas renovadoras del Concilio Vaticano II, su fiel interpretación por el papa Francisco, parte importante del “sensus fidelium” que, por fin, se expone e impone en la Iglesia  en la actualidad y la constatación pormenorizada  de tantas, tan graves  y tan dramáticas situaciones  que se viven en determinados países, católicos o no,  y que se subsanarían  en parte o en todo, con la dedicación  de las referidas e ingentes cantidades  de dinero, es lógico  y explicable  que obligaran a  los responsables  “religiosos” a cambiar de opinión y de actitud.

Dispendios exorbitantes y desproporcionados

Cualquier religión, y más la cristiana, hoy por hoy y tal y como  están vigentes y se predican,  viven sus preceptos y sus disciplinas canónicas y principios dogmáticos más elementales, no podrían  justificarse ante Dios,  ante  sí, ni ante  el resto de la humanidad, dispendios tan exorbitantes  y desproporcionados  a costa de quienes los precisan  con urgencia y con toda clase de argumentos divinos y humanos. La religión  cristiana tiene sus límites  y estos, por “religiosos” e intangibles que sean,  y así lo reconozcan y crean algunos de sus miembros, aún jerárquicos, han de respetar siempre, y por encima de todo  las necesidades más perentorias  de los pobres…

Así ha quedado la catedral de Notre-Dame tras el trágico incendio
Así ha quedado la catedral de Notre-Dame tras el trágico incendio

En el mismo contexto es indispensable situar  el dato de que ya,  y en mayor proporción en el futuro próximo,  la “casa de la Iglesia”, y “en salida”, tendrá, al igual que en los primitivos y evangélicos tiempos,  más de “casa”, que de “templo”- catedral, en el que oficialmente  Dios es adorado  con solemnidad, inciensos, ceremonias, ornamentos sagrados  y ritos artificiales  y, no pocos de ellos, reconocidamente  apócrifos, por muy buena y “santa” intención  que se tenga…  En los templos-catedrales, por  “Patrimonios de la Humanidad” que sean, y así se reconozcan, ni Dios ni la Iglesia se encuentran hoy satisfechos, ni en disponibilidad de ser y sentirse  al servicio del pueblo, aunque así se adoctrine  y se cante en lengua vulgar o en “gregoriano”  monástico.

Sí, pero en el caso concreto de “Notre Dame”…. y en la mayoría de los templos catedralicios, monasterios, abadías, templos, santuarios y ermitas… todos ellos fueron, y son, ricos arcones  de tesoros artísticos, de historia e historias,  de tradiciones patrias,  de reliquias, de cultura en general y de atractivos turísticos, hasta superar  a los más acaudalados museos… Es evidente que todos los edificios religiosos, y en mayor proporción posiblemente los de estilo gótico,  y más flamígero –arquitectura, escultura, pintura,  vidrieras…- configuran catálogos  pletóricos de arte y de riqueza. De modo parecido a como  lo logran los de otros estilos. Estos –los estilos- son, o pueden ser, todos religiosos. Pero ningún estilo es en exclusiva religioso. “El estilo es el hombre” y Dios, en Cristo Jesús,   compendia, ama, entiende y consiente ser entendido y amado por todos…

A quien corresponda

De todas formas, como “escarmentar en cabeza ajena” es principio de sabiduría , tanto popular como  jerárquica, bueno será que, con ocasión de la  desgracia  que a la humanidad le ha supuesto  el incendio de “Notre Dame”, se piense que en España entre modelos y ejemplares de templos y edificios precisamente góticos,  destacan las catedrales de Toledo, Burgos, León, Barcelona, Gerona,  Tudela, Tarragona, Tarazona,  Palma de Mallorca, Cuenca, Pamplona,  Lérida, Ávila,  la Seo de Zaragoza, Burgo de Osma, Palencia, los monasterios de Moreruela,  Rueda, Piedra, Veruela,  Las Huelgas,  Santa María de  Huertas,  La Oliva,  Poblet,  Iranzu,  La Espina….y construcciones civiles como  las lonjas de Palma de Mallorca, Valencia y Barcelona.

¿Tiene por tanto, sentido  pleno, urgente y valioso, no escatimar  esfuerzos  y dineros de procedencia universal, teniendo sagradamente presente  tantas y tales necesidades como padece y define  al mundo en la actualidad? Es pregunta  eminente y comprometidamente religiosa, que a su luz  es indispensable plantearse con responsabilidad “por quienes corresponda”, sean cristianos o no.

Momento del colapso de la aguja de Notre Dame
Momento del colapso de la aguja de Notre Dame

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