Por abusos sexuales a siete menores de la misma Congregación El fiscal pide 111 años de cárcel para un educador de los Testigos de Jehová
El Ministerio Fiscal ha solicitado un total de 111 años para el acusado, quien cometió sus abusos en su domicilio particular y en viajes
El Fiscal estima que los hechos son constitutivos de cuatro delitos de agresión sexual, tres de ellos continuados; y siete delitos de abusos sexuales, tres continuados
El acusado, de 32 años y nacionalidad española, negó haber tenido cualquier tipo de contacto sexual con los menores, a quienes consideraba sus «colegas», según informa en su crónica de tribunales, Ignacio Cabanes
“Durante su declaración en el juicio, Christian S. E. negó rotundamente haber cometido los delitos sexuales. En ninguno de los siete casos. "Los niños eran mis colegas, era sólo una relación de amistad"
El acusado, de 32 años y nacionalidad española, negó haber tenido cualquier tipo de contacto sexual con los menores, a quienes consideraba sus «colegas», según informa en su crónica de tribunales, Ignacio Cabanes
“Durante su declaración en el juicio, Christian S. E. negó rotundamente haber cometido los delitos sexuales. En ninguno de los siete casos. "Los niños eran mis colegas, era sólo una relación de amistad"
| Baltasar Bueno, corresponsal en Valencia
Hoy miércoles concluye en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia la vista, comenzada ayer, en la que se juzga a un educador de la Congregación de los Testigos de Jehová en Sagunto, a quien se acusa de haber abusado sexualmente de siete menores pertenecientes a dicha Congregación religiosa entre los años 2009 y 2016, cuando dichos menores tenían entre 8 y 14 años, los cuales ya no forman parte de la misma.
El Ministerio Fiscal ha solicitado un total de 111 años para el acusado, quien cometió sus abusos en su domicilio particular y en viajes. El modus operandi era ofrecerse a los menores a ayudarles en sus estudios –el formador es estudiante de Magisterio- momento en que aprovechaba para satisfacer sus deseos.
Las víctimas manifiestan que accedieron a los deseos del procesado por temor a sus reacciones violentas. En razón a ello, el Fiscal estima que los hechos son constitutivos de cuatro delitos de agresión sexual, tres de ellos continuados; y siete delitos de abusos sexuales, tres continuados, pidiendo para el acusado penas de 57 años de prisión por los cuatro primeros delitos y 54 por los otros siete.
Igualmente, un alejamiento de las víctimas durante 20 años y se le prohíba cualquier trabajo con menores durante ese tiempo. Además, una indemnización conjunta de 75.000 euros, según informa “El Español”, medio que sí cita lo que otros medios denominan confesión religiosa sin especificar cuál.
El acusado, de 32 años y nacionalidad española, negó haber tenido cualquier tipo de contacto sexual con los menores, a quienes consideraba sus «colegas», según informa en su crónica de tribunales, Ignacio Cabanes en el diario Levante. “Fruto de esta supuesta relación de «colegueo» con niños, algunos de apenas ocho años y uno de ellos con problemas de autismo, el procesado ha tratado de justificar los encuentros con los menores, a quienes también se llevaba a viajes, excursiones y acampadas, donde dormía a solas con alguno de ellos, según él mismo ha llegado a admitir ante el insistente interrogatorio de la fiscal.”
Los abusos se produjeron tanto en el domicilio del procesado como durante viajes y excursiones
— Radio Valencia SER (@radiovalencia) 11 de noviembre de 2019
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Una de las víctimas, ahora de 19 años, declaró que «cuando le decía que no, dejaba de ser amable y se ponía muy agresivo», y explicó que era el propio acusado quien le pedía que le acompañara en estos viajes. «Al principio era una relación de profesor y alumno», explicó, pero poco a poco, y una vez ganada su confianza, comenzaron los abusos.
Posteriormente, los tocamientos y felaciones dieron paso a agresiones sexuales en las que el menor se sentía atemorizado si le llevaba la contraria, hasta el punto de llegar a «llorar o suplicar» para que parara, según recordó el agredido.
Tras aguantar en silencio durante años, este menor decidió contar su pesadilla a una pedagoga del centro en el que estaba interno al sospechar que este mismo le podía estar pasando a otros niños. «Lo mío ya no lo puedo arreglar, pero cuando veo en la mirada de un niño de ocho años lo mismo que me pasó a mí, no podía consentirlo», argumentó.
“A algunos de los niños –se lee en Levante- el procesado les hacía regalos de todo tipo para ganarse su favor, como, teléfonos móviles, un ordenador y excursiones a la nieve, para que así luego accedieran a sus deseos sexuales.” Con la pena de 111 años, el rotativo refiere que la indemnización soliictada para las víctimas es de 225.000 euros.
Por su parte, el diario Las Provincias, crónica firmada por J.A. Marrahí, refiere que “el joven se presentaba como educador y orientador para ganarse la confianza de los padres y luego aprovechaba clases de repaso o viajes por diferentes poblaciones de toda España para pedirles y realizarles masturbaciones, felaciones o penetraciones anales. Las supuestas víctimas tenían entre 12 y 15 años cuando comenzó el infierno que denunciaron este lunes tras la mampara.”
“Durante su declaración en el juicio, Christian S. E. negó rotundamente haber cometido los delitos sexuales. En ninguno de los siete casos. «Los niños eran mis colegas, era sólo una relación de amistad», describió. Sí admitió haber viajado con los menores y haber compartido habitaciones de apartamento, caravana, tiendas de campaña y hasta cama «pero no hice nada de lo que dicen nunca, eso se lo han inventado», expuso en su defensa.
«Jamás» fue su palabra más repetida”, añade Marrahaí, quien escribe “La Audiencia de Valencia ha visto pocas veces a un acusado enfrentado a penas tan elevadas. Nada menos que 111 años de cárcel es lo que pide la fiscalía para Christian S. E., por los presuntos abusos y agresiones sexuales a siete menores de una congregación religiosa de Camp de Morvedre de la que también era miembro el sospechoso”.
#JUSTICIA Abusó de siete menores de entre ocho y catorce años en Valencia https://t.co/GZA52rIQgs
— elperiodic.com (@elperiodic) 11 de noviembre de 2019
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