Si te envuelve la neblina de la desilusión,
vuelve tu mirada, tus entrañas, tu corazón
a quienes no dejaron de luchar,
a quienes mantuvieron su fe en la humanidad.
A quienes pueden alentar cada día tu esperanza.
(Para Marcos Ana, lamentando su ausencia.
Pero tan vivo ya, para siempre)