Van pasando las estaciones

Van pasando las estaciones
Van pasando las estaciones

Van pasando las estaciones

con la apariencia de la brevedad

de un tiempo que nos consume

en el fugaz instante.

Se suceden los días

al hilo de lo acostumbrado:

la templada brisa de la mañana,

las teclas que esculpen palabras,

los vagones de la incomunicación,

el atardecer de un nuevo día,

la despedida sin sueño.

Me asomo a la ventana

mientras el mundo duerme

y contemplo fascinado,

tras otros visillos,

la pasión de un abrazo.

Cierro los ojos y aún conservo en mi retina

esas dos siluetas incandescentes

que avivan mis recuerdos, mi corazón,

con el latido ardoroso de su luz.

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