Una vez acabada la JMJ, con el cúmulo de experiencias vividas, vuelve la hora de la Pastoral Juvenil del "día a día". Una convicción común es que uno de los secretos de una Pastoral Juvenil bien hecha es la continuidad a partir de los 18-19 años. En algunas obras pastorales de la Provincia Salesiana (Inspectoría) de Madrid han ido surgiendo y consolidándose en los últimos diez años diversas comunidades juveniles, formadas por jóvenes de entre 22-23 y 35 años.

El pasado domingo, 27 de noviembre, se celebró en la obra de Salesianos Paseo de Extremadura (Madrid) el 2º Encuentro de Comunidades Cristianas Juveniles surgidas en ambientes salesianos de la Inspectoría de Madrid, al que acudieron algo más de 100 jóvenes entre los 20 y 35 años. El primer encuentro se celebró en 2009, con el nombre de “BOSCOMÚN” (que viene de Bosco + Comunidad). Esta vez el lema elegido era ESTA HISTORIA ES MI HISTORIA.

Tanto en las breves ponencias iniciales, realizadas por los salesianos Jesús Rojano y Antonio Caño, como en los grupos que tuvieron lugar a continuación, se reflexionó sobre la historia de salvación que tiene lugar en nuestras pequeñas comunidades que se reúnen en torno al seguimiento de Jesús con estilo salesiano. Estas comunidades han ido surgiendo del trabajo pastoral en centros juveniles y parroquias salesianas. Participaron comunidades y personas de las obras salesianas de Estrecho, Atocha, Paseo Extremadura, Guadalajara, Alcorcón, Fuenlabrada, zona de Soto del Real, Vallecas, Ciudad Real y de otras procedencias.

En esta ocasión el encuentro fue preparado por un grupo de animadores del Centro Juvenil de Paseo Extremadura y de la Parroquia de San Juan Bosco, con la asistencia de más de 100 personas, en una horquilla de edad entre unos 20 y 35 años. Acudieron también varios matrimonios con unos 20 niños y niñas, y por ello se contó con un servicio de guardería.

Nos unimos a la Eucaristía parroquial de las 13:00 h., que fue presidida por Luis Alberto Guijarro, delegado de pastoral juvenil de Salesianos Madrid. También se acercó al encuentro a primera hora de la tarde el Inspector (Provincial)de Madrid, Luis Onrubia. A continuación se ofrecieron unos talleres en los que, a partir de diversas experiencias expresivas (imágenes, meditación, oración, teatro…) se animó a adoptar compromisos concretos comunitarios en nuestros barrios y ciudades.

La sensación final del Encuentro fue satisfactoria, y sirve pastoralmente para afianzar la convicción de que actualmente es muy importante potenciar estos grupos y comunidades de “jóvenes adultos”, jóvenes que han completado una etapa de su formación en centros juveniles y que continúan viviendo su fe en estas comunidades. Esta labor con jóvenes adultos es una de las buenas práticas de Pastoral Juvenil que dan futuro a una Pastoral Juvenil con sentido.