Esta tarde se propone y se comenta en Twitter el hashtag #JMJ15M. ¿A qué se invita? A un diálogo sereno y pacífico entre jóvenes del 15-M y de la JMJ. Me parece muy interesante, útil y necesario. ¿Será posible? Pues ojalá; pero es evidente que hay gente extremista interesada en que no sea así. Y a veces (¡demasiadas!) se salen con la suya, aunque sean minoría absoluta.

¿Quiénes son extremistas? Pues para no andarse con rodeos: extremistas son los que escupían e insultaban a unas pobres chicas asustadas el miércoles a la salida del Metro de Sol y extremistas son los que entienden su religión como el noruego que mató a 76 personas hace unos días en nombre de su extraña visión del cristianismo.

Alguien ha querido aportar sensatez con comentarios como éste, y éste.

O estos otros:

* bitterswt RT @majestad: Harto de medios que no hacen más que etiquetar de "cristianos" "ateos" "indignados" "perroflautas" para tenernos divididos. Por ello #JMJ15M

* rsantanat RT @Jenny_Branco: #JMJ15M Porque como 15M y Joven cristiana también estoy en contra de que algunos vivan como Herodes y otros estén muriendo de hambre...

* Jordan_Bruno RT @Psicodromo: #JMJ15M es la actitud que debemos tener todos, seguro que hay más cosas que nos unen de las que nos separan #15M #18A #spanishrevolution

Supongo que poca gente leerá estas líneas; pero me gustaría destacar que en los primeros días de la Acampada de Sol allí durmieron personas cristianas, incluso curas, porque estaban de acuerdo con el primer manifiesto. Yo estuve por allí y seguí alguna asamblea, y escuché cosas muy interesantes. Luego el ambiente fue cambiando y ha predominado un cierto enfrentamiento a lo cristiano. Esa impresión he tenido. Estoy abierto a escuchar otras opiniones.

¿Por qué había allí cristianos, y aún hay algunos? Pues porque el Concilio Vaticano II habló de una cosa que se llama “signos de los tiempos”. Sale en el documento Gaudium et Spes (nº 4, 11, etc.), sobre la relación entre Iglesia y mundo actual. Los signos de los tiempos vienen a ser lo que nos parece que nos pide Dios, viendo lo que pasa a nuestro alrededor aquí y ahora. Y muchos cristianos españoles han percibido un signo de los tiempos en muchas reclamaciones y propuestas del 15-M.

¿Pueden dialogar los jóvenes cristianos y laicos? Pues claro que pueden. Yo creo que deben. Esta tarde he recordado un texto de 1964. Era una carta en que Pablo VI invitaba a los cristianos a dialogar con los no creyentes, y se titulaba Ecclesiam suam: “La Iglesia debe ir hacia el diálogo con el mundo en que le toca vivir. La Iglesia se hace palabra; la Iglesia se hace mensaje; la Iglesia se hace coloquio” (ES, nº 27). Estamos en un buen momento para hacerle caso, ¿no?

De hecho, ¿a quién queremos hacer caso? Si se me permite el símil futbolístico, ¿a quién qeremos parecernos, a los que dialogan y razonan aunque sea con cara serias cuando empiezan las tanganas (Iker Casillas y Xavi el otro día) o a los que meten el dedo en el ojo al otro? O, con mayor altura lírica, ¿a los que usan la cabeza para pensar o sólo para embestir? (Antonio Machado).

Pues eso: #JMJ15M, por mí, sí, ¡ojalá!