Hasta siempre, Rodrigo-Tortu


Aún estoy impresionado y emocionado tras haber participado el viernes 26 por la tarde en el funeral y despedida a Rodrigo, TORTU, en Mazaricos-A picota, en Coruña, no muy lejos de Santiago.

Rodrigo, para los amigos "Tortu", es un joven de 22 años que ha fallecido en el accidente de tren de Santiago. Estudió en los Salesianos de Paseo Extremadura y desde pequeño ha pertenecido al Centro Juvenil Paseo, que pertenece a esa Obra Salesiana de Paseo Extremadura en Madrid. Yo, por ejemplo, hace 5 años que le conozco.

Y quedé impresionado ante todo por la serenidad y entereza de sus padres, Beni y Emilio. ¡Qué grandes personas! También me emocioné por la presencia de tantas buenas personas, chicos y chicas del Centro Juvenil Paseo, que acudieron allí sin dudarlo a pesar de la distancia.

Pues bien, yo creo que estas actitudes y reacciones, tanta amistad y cercanía, no se improvisan. Hablan de mucha vida y mucha bondad forjadas a lo a lo largo de los años y de las "buenas compañías".



Unos amigos de Rodrigo han puesto una frase en la calle, que ha firmado mucha gente a lo largo del viernes y sábado: "Sólo se va quien es olvidado".

Supongo que ellos no lo saben, pero su frase es un buen resumen de la fe cristiana sobre el más allá. En el corazón de Dios nadie es olvidado, él nos quiere a todos los que han vivido, vivimos y vivirán. En el Apocalipsis se dice: "Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo, y él será su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado" (Ap 21,3-4).

Descansa en paz y feliz, Rodrigo
Volver arriba