La visita de la vicepresidenta del Gobierno al Vaticano no fue una cita preparada con tiempo, sino más bien obedeció a una decisión de última hora, precipitada por los últimos acontecimientos relacionados con la reforma educativa. Un dato que corrobora este hecho se encuentra en el viaje que realizó el nuncio de Su Santidad en España, monseñor
Manuel Monteiro de Castro, a Roma de manera imprevista.
El diplomático vaticano había sido anunciado para presidir el acto de apertura del curso académico en la
Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), que se celebró el pasado martes. Sin embargo, el representante de Ratzinger no acudió.
Fuentes eclesiásticas señalan que viajó al Vaticano, llamado por la Secretaría de Estado, para informar de manera urgente y directa al
cardenal Angelo Sodano sobre el estado de las relaciones entre el Episcopado y el Gobierno socialista ante la visita de María Teresa Fernández de la Vega. Monteiro de Castro regresó ayer a Murcia, donde coincidió con miembros de la cúpula de la Iglesia española.