"La sombra es mi doble, mi espejo confuso que oculta mis rasgos y revela mis contornos, mi perímetro" La sombra

La sombra
La sombra

Si mi sombra se despega del suelo, entonces estoy volando. Si no, la sombra está siempre en contacto conmigo. Y me proyecta sobre el mundo. La sombra es mi doble, mi espejo confuso que oculta mis rasgos y revela mis contornos, mi perímetro. Soy un contorno oscuro en un día soleado. Nítido y definido, si se imprime plano, borroso e irregular si se proyecta sobre un muro irregular. Pero, si lo miro, me reconozco de todos modos. Los pensamientos, en cambio, no, no proyectan sombra. Y no me atan al mundo. Son iluminación, claridad, u oscuridad y confusión. Y, sin embargo, los pensamientos también proyectan sombras: sobre nuestro rostro. Pueden iluminarlo o ensombrecerlo. Y los demás lo ven, nosotros no. No vemos nuestras sombras interiores proyectadas sobre nuestros rasgos, aunque sintiéramos su gravedad. Tampoco vemos los rasgos estirados, aunque percibamos nuestra ligereza, que siempre es distinta de la que conocemos de las pesadas alas de un avión que despega del suelo.

Publicado en L'Osservatore romano

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