Sentida pérdida por la muerte del cardenal Sergio Obeso y el obispo Miguel Patiño 2019, Iglesia católica mexicana: El espectro de los abusos y la construcción de la paz (2/2)
La segunda parte del resumen anual de noticias. El año termina con el inverosímil informe de los Legionarios de Cristo sobre abusos cometidos por 33 sacerdotes. Fue el segundo semestre del sínodo de la Amazonia y de los hechos violentos en Culiacán y la masacre de la familia LeBarón.
| Guillermo Gazanini Espinoza
Julio
Al cumplirse un año del triunfo electoral de López Obrador, los señalamientos hacia las promesas incumplidas de su gobierno provinieron también desde diversos frentes de la Iglesia. El arzobispo cardenal José Francisco Robles Ortega señaló que aunque hay buena voluntad, la percepción generalizada es que el cambio no tiene claridad: “Percibo que hay un gran desconcierto en el tema de la violencia y la inseguridad, que fue uno de los motivos por los que se hizo el cambio, no se ha resuelto este tema; arranca hoy la guardia nacional y es una esperanza para que ayude a pacificar y a dar más seguridad a la ciudadanía en general” y tomar en cuenta a la sociedad opositora.A esos reclamos se unió la voz del arzobispo de Monterrey. Según Rogelio Cabrera, el avasallador triunfo en las urnas del candidato de la coalición “Juntos haremos historia” fue por el encargo claro de la sociedad para acabar con la violencia y la corrupción, temas que aún quedaban pendientes en la agenda política del presidente de la República: “Ese mandado sigue estando presente, pues la autoridad debe atender a las mayorías, pero también a las minorías”. Una percepción similar fue la de el emérito de san Cristóbal, Felipe Arizmendi Esquivel quien señaló en su opinión semanal: "Hay encuestas que aún le reconocen un alto porcentaje de aprobación ciudadana, aunque cada día más personas expresan su inconformidad y decepción..." Más enfático fue el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa: "La sociedad quiere ver resultados del gobierno que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en seguridad, salud y economía a un año de las elecciones del 1 de julio en las que resultó electo".
En medio de la polémica por la distribución de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, una especie de “Constitución Moral” para el gobierno de la cuarta trasnsformación, la Confraternidad Nacional de Iglesias Evangélicas -Confraternice- se hizo brazo fuerte de AMLO para la difusión de su proyecto político moralizante; sin embargo, la Iglesia católica pintó su raya deslindándose del reparto del controvertido documento. El obispo de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, fue tajante al decir que tal programa “no hace falta” y que la Iglesia tiene una brújula más certera: “Creo que ese es el rumbo que tenemos que tomar los creyentes, la Biblia en general y de manera particular el evangelio, no hay necesidad de una cartilla moral”. Incluso el secretario de la CEM, Alfonso Miranda Guardiola, quiso terminar, de una vez por todas, con la cuestión resaltando que habría prioridades en la agenda nacional en lugar de esta Cartilla: “Nosotros estamos tratando otros temas…” diría el obispo auxiliar refiriéndose al trabajo de la Iglesia hacia sectores como los jóvenes, clero, migrantes o el relativo a la protección de menores.
En entrevista para el semanario del arzobispado de Madrid Alfa y Omega, Alfonso Miranda Guardiola analizó la visión del Episcopado Mexicano acerca de la estrategia migratoria de los gobiernos de México y Estados Unidos. Recientemente, una cruda imagen había dado la vuelta al mundo, la de un padre y su hija ahogados en el Río Bravo, el signo del recrudecimiento de las políticas que usan la militarización de la frontera. Para el secretario de la CEM, “hay problemas profundos” en Centroamérica, en los países expulsores de migrantes y a pesar de los programas de desarrollo del gobierno de México para esa región, la realidad es que el Gobierno no tiene una estrategia, sigue una política en construcción: abre la puerta, la cierra... La mejor forma como la Iglesia trabaja son con los agentes de pastoral que cuidan y defienden a los migrantes. También parroquias, diócesis, religiosos y religiosas… ante la emergencia de las caravanas. Trabajamos de la mano de otras Iglesias y otros organismos de la sociedad civil según Miranda Guardiola.
El obispo de Saltillo denunció el acoso del que fue objeto en el aeropuerto de Monterrey cuando elementos militares se dirigieron a Raúl Vera quien fue sometido a un inquisitorial interrogatorio: “El primer militar preguntó por el cargo, como si desconociera de rangos al interior de otra institución: “¿Es usted el padre o... algo más que un sacerdote?”. Monseñor Vera dijo: “Soy Obispo”. El segundo militar leyó de una libretita el nombre: “Raúl Vera López” y confirmó si era él. El Obispo siguió respondiendo. Preguntaron a dónde se dirigía y el Obispo dijo que iba a Saltillo”. Lo anterior fue expuesto en un comunicado diocesano relatando pormenorizadamente los hechos y en el cual denunció el “estado de represión inminente que la población en general está viviendo en este país por parte de elementos de las distintas corporaciones de seguridad…” La respuesta de las autoridades militares y de seguridad pública del gobierno federal fue casi de inmediata. La comandancia de la zona militar afirmó que sus elementos simplemente “se habían excedido” mientras que el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana reconoció el error y terminó el incidente con el típico “Usted disculpe”.
Agosto
Después del tiroteo en El Paso, Texas, los obispos de México manifestaron su “gran dolor” por las personas que fueron víctimas de la violencia. Para el Episcopado, el acto fue producto de la xenofobia y el odio: “Con tristeza vemos que aumentan estos actos de violencia alentados por quienes crean divisiones, cierran el corazón a sus semejantes, y no reconocen la dignidad humana que posee toda persona, independientemente de su color de piel o su nacionalidad. Qué difícil nos ha resultado mirar el rostro de Cristo en el hermano y hermana que sufre”. Considerado como acción terrorista, el tiroteo se produjo en una tienda departamental y el móvil tuvo por base el nacionalismo supremacista blanco. Los obispos hicieron un llamado a los habitantes de México y Estados Unidos a fomentar un discurso congruente de paz, igualdad, fraternidad y colaboración, ya que tanto los connacionales, como los extranjeros que residen en un país, hacen que una nación sea más grande y fuerte.
Como todo en la cuarta transformación de López Obrador, la designación le cayó de sorpresa. Alberto Barranco Chavarría, a diferencia de sus antecesores con experiencia diplomática o política, se convirtió en el décimo embajador de México ante la Santa Sede desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas en 1992. Periodista de profesión, el embajador de la 4T e considera católico desde pequeño y, en su vida profesional, director de la revista católica "Señales". La ratificación tuvo por fundamento un dictamen producto de la comparecencia que tuvo ante diputados y senadores el pasado 6 de agosto en la sede del Senado de la República. Sin mayor discusión en donde fueron aprobados otros diplomáticos del gobierno mexicano en diversos países. De acuerdo con el dictamen publicado en la Gaceta de la Comisión Permanente, Barranco presentó su plan de trabajo para soportar su nombramiento. Los objetivos propuestos por el nuevo embajador tienen en consideración que “la relación de México con la Santa Sede reviste especial importancia, dado el alcance del catolicismo en nuestro país.
José Martín Guzmán Vega se convirtió en el primer sacerdote asesinado desde el inicio del sexenio 2018-2024. El padre fue herido en varias ocasiones con arma blanca y vecinos escucharon gritos de auxilio al interior de la parroquia, al acercarse vieron al padre José Martín herido de gravedad por lo que fue trasladado de emergencia al Hospital General de la localidad para ser atendido. Minutos después se declaró su deceso. Ordenado el 2 de febrero de 2004 para el clero de la diócesis de Matamoros venía ejerciendo su ministerio en la pastoral penitenciaria diocesana y en la comunidad de Cristo Rey de la Paz, ejido Santa Adelaida. Su nombre se une al de otros 26 presbíteros muertos en situaciones trágicas y violentas desde el 2012. La oficina de comunicación social del obispado emitió un escuetísimo comunicado donde lamentó el hecho y pidió oraciones por el eterno descanso del presbítero asesinado. En el mismo documento sólo puede leerse que “han comenzado las investigaciones para esclarecer los hechos y hacer justicia”.
Gran pesar causó a la Iglesia de México el deceso de uno de los prelados más grandes del Episcopado Mexicano, el último cardenal creado por el Papa Francisco y emérito de la arquidiócesis de Xalapa, don Sergio Obeso Rivera (1931-2019). A principios de agosto, el arzobispado de Xalapa había reportado que la salud de Mons. Obeso era delicada. Recibía tratamientos en su domicilio y según reportes, se desmintió que hubiera caído en agonía. Su ministerio episcopal fue de grandes claves en la historia de México. Siendo tres veces presidente de los obispos fue uno de los promotores del nuevo orden constitucional y jurídico de las iglesias y el Estado. Como bien reconocieron el cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM y el secretario general del organismo, el auxiliar de Monterrey, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, cuando le fue concedido el capelo cardenalicio en 2018, los grandes méritos del neocardenal eran los de ser “un hombre sencillo, austero, sumamente servicial y atento a las realidades sociales de México; impulsor hasta sus últimos esfuerzos de la causa de canonización de San Rafael Guízar y Valencia. Arzobispo Emérito prudente, que en la generosidad y la alegría de su ministerio, continúa celebrando el culto y anunciando el Evangelio”.
Fijando una posición en torno a la devastación de la selva amazónica, un mensaje firmado por el presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán y los obispos Engelberto Polino y Jesús González Hernández, llamó a las naciones a tomar decisiones a favor de ‘la Casa Común’ para corregir actitudes egoístas y destructivas del modelo económico tecnocrático. La declaración se hizo en nombre de los órganos del Cuidado Integral de la Creación, los Pueblos Originarios y Afroamericanos y la Comisión Episcopal de la Pastoral Social, los obispos. Así manifestaron su solidaridad ante “el dolor y la devastación de la Amazonía,uno de los pulmones de la Madre Tierra”.
Septiembre
La apertura de un Año Jubilar por los 125 años de la coronación pontificia de la imagen de Santa María de Guadalupe se promulgó a través del decreto por que se concede el lucro de indulgencias otorgando beneficios para la salud espiritual de quienes deseen unirse a esta intención. La apertura se dio en la misa del cabildo guadalupano sin el arzobispo de México e iniciando el 8 de septiembre de 2019 para concluir el 12 de octubre de 2020. Fue el Papa León XIII quien atendió las peticiones de obispos mexicanos para la coronación de la imagen sagrada, el 12 de octubre de 1895.
Un mensaje del presidente de la CEM a López Obrador en ocasión del primer informe de gobierno al Congreso de la Unión quiso tocar la fibra sensible para notar que todos somos necesarios en la construcción del bien del país. México necesita de todos “gobernantes, grupos policiacos, Ejército, ciudadanos” y necesita además que no hagamos daño a nadie”, “que nos portemos bien”, “que trabajemos intensamente” y que “estudiemos con entusiasmo”. México necesita paz, bienestar, trabajo y superar la pobreza. El arzobispo Cabrera López afirmó que el presidente debe responder a los anhelos del pueblo que lo llevaron al poder y garantizó la seguridad de lo mejor que la Iglesia tiene en patrimonio: “Recordamos que la Iglesia católica todos los domingos reza por él, porque a todos nos conviene que México camine bien”.
Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sostuvieron una cordial reunión que al final terminó en la amable censura. Después de dos editoriales en el semanario arquidiocesano, mismos que fueron desdeñados por el mismo presidente López Obrador, la exministra invitaría al cardenal Aguiar a platicar, previamente, cualquier punto sobre la línea editorial de sus publicaciones. Lo anterior fue confirmado por la subsecretaria Diana Álvarez Maury quien reveló detalles del encuentro: “Lo que sería más positivo es un diálogo directo de cualquier preocupación que exista y de aclaración de los temas porque muchas veces no hay información suficiente, hay simplemente alguna afirmación de parte del presidente o de algún otro personaje que se encuentra dentro del ámbito religioso y esto puede generar una desinformación o una idea inadecuada de lo que se está manejando, entonces más bien a lo que se invitó es a tener ese diálogo abierto de aclaración sobre cualquier punto y sobre todo encontrar un punto de acuerdo”. Algunos consideraron esta recomendación como la censura en la que Aguiar Retes depuso los derechos de la Iglesia a la Secretaria de Gobernación.
Miguel Patiño murió como vivió… De manera sencilla y en paz, la muerte del obispo emérito de Apatzingán representó una sentida pérdida en el episcopado mexicano. Nació en La Piedad, Michoacán, en 1938 y fue de esos casos raros entre los obispos. No descolló por estudios en el extranjero ni por tareas en burocracias curiales, tampoco por el cúmulo de doctorados o los cargos que le pudieron servir de peldaños de ascenso para una meteórica carrera eclesiástica. Siempre en Michoacán, su única diócesis, Apatzingán, fue la que apacentó por 23 años en el cual el pastor afrontó la mutación de la violencia. El obispo Patiño será recordado siempre por su notable labor pastoral y sus denuncias al grado de lo profético. Se dice que enviaba semanalmente un informe de asesinatos en Apatzingán al dicasterio encargado de los derechos humanos del Vaticano. El año previo a su renuncia, 2013, documentó 920 personas asesinadas, 280 levantadas, 42 secuestradas, 238 desaparecidas, 3 mil familias desplazadas y mil 200 despojadas de sus tierras.
La creación de una nueva provincia eclesiástica elevando la diócesis de Toluca como sede metropolitana y el desmembramiento de la arquidiócesis primada de México, constituyó las tres diócesis más jóvenes del país. Las alcaldías de Xochimilco, Azcapotzalco e Iztapalapa concentran las áreas más pobladas de la capital del país. A la vez, los auxiliares de la arquidiócesis de México, Andrés Vargas Peña, Adolfo Miguel Castaño Fonseca y Jesús Antonio Lerma Nolasco, fueron nombrados primeros obispos de esas iglesias particulares. De esta forma, la ciudad de México dejó de ser la mayor iglesia del país y quizá del mundo. Con esto también coincidió que la provincia metropolitana de México tenga el mismo perímetro de la capital con las tres nuevas iglesias como sufragáneas, era la consumación de un proyecto añejo desde tiempos del cardenal Ernesto Corripio Ahumada.
Octubre
El sínodo de la selva amazónica en el Vaticano quiso poner los ojos del mundo en Roma para crear una nueva mentalidad en torno a la casa común. “Conversión ecológica” fue el concepto que permearía para “acercamos con corazón cristiano, según afirmó el Papa, y vemos la realidad de Amazonía con ojos de discípulo para comprenderla e interpretarla con ojos de discípulo, porque no existen hermenéuticas neutras, hermenéuticas asépticas”, que “siempre están condicionadas por una opción previa, nuestra opción previa es la de discípulos”. El arzobispo primado de México, Carlos Aguiar fue llamado a la reunión, pero su papel fue diluido cuando renunció a ser parte del grupo redactor del documento final del sínodo. Un tuit bastó al respecto: “Decidí renunciar al lugar para el que se me había elegido como redactor del documento final de Sínodo de la Amazonia, mismo que ocupará un obispo de dicha región. Confío en que así las voces de esta zona del mundo serán más escuchadas. Vamos adelante con esta gran acción eclesial”. El sínodo se convertiría en uno de los episodios más controvertidos del presente pontificado.
Durante el XXVI Encuentro Nacional de Pastoral de la Comunicación que organiza la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación de la CEM, En un panel, Mons. Rogelio Cabrera López presentó el “estado actual de la Iglesia en México” destacando la situación como “contrastante”. Al hablar de los retos del catolicismo y el cambio de época como desafío, reiteró: “Tenemos la crisis nueva de la sociedad que cambia, de la importancia de las nuevas tecnologías, de lo que implica el crecimiento de las ciudades y las inconformidades de la población… Todo este es el gran océano de problemas en nuestro país… Hablamos de las personas y encontramos dificultades, hablamos de las familias y tenemos otras problemáticas como la violencia familiar que escala. Antes era violencia entre el esposo y la esposa, ahora es violencia padres e hijos… es el escalonamiento de la problemática… México es un país que está en ebullición, no está tranquilo, tiene muchas cosas que arden…”
Durísimas horas vivió Culiacán cuando se convirtió en zona de guerra debido a los enfrentamientos entre las fuerzas armadas y el cártel de Sinaloa por el operativo de captura de uno de sus principales capos. La diócesis de Culiacán, presidida por Mons. Jonás Guerrero Corona, emitió un comunicado en el que exhortó a pasar de la “razonable molestia e indignación social” a la “propuesta y acción contundente” que asegure la unidad y la paz social…” a lo anterior, el repudio de la cúpula de los obispos fue manifiesta y aseguraron los hechos violentos de Culiacán provocan “naturalmente temor, enojo y desesperanza. Pero queremos pasar de estos sentimientos espontáneos a la reflexión y a la respuesta colaborativa en la construcción de la paz…” El mensaje suscrito por el arzobispo Rogelio Cabrera y el auxiliar de Monterrey, Alfonso G. Miranda Guardiola, reafirmó el clamor constante de la Iglesia mexicana ante la violencia incesante en varios puntos del territorio nacional: “A todos los creyentes y personas de buena voluntad los invitamos a unirnos para trabajar por la paz”. No obstante, la liberación del hijo del Chapo, Ovidio Guzmán, generó opiniones en contra de varios obispos además de cuestionar los errores en las estrategias de seguridad.
José Guadalupe Santos Pelayo, sacerdote de Autlán, fue hallado responsable del delito de abuso agraviado en contra de un menor de edad, por lo que fue excomulgado. Dicha pena fue impuesta por el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega quien en un comunicado señaló: Le ha sido impuesta la dimisión del estado clerical, y por los delitos restantes, le ha sido le han sido declaradas las correspondientes excomuniones como consecuencia de la dimisión del Estado clerical”. El decreto de excomunión eclesiásticamente expuso el historial de poder de Santos Pelayo quien fue encubierto; sin embargo, se recuerdan su particular ministerio carismático y de sanación que le llevó a fundar una peculiar congregación donde se cometían todas clase de tropelías. Incluso fue comparado como un segundo Marcial Maciel.
Noviembre
En víspera de la 108 Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la cúpula de los obispos dio a conocer las líneas vitales de trabajo de los obispos Las exigencias derivaron en el planteamiento ético-moral donde se juegan temas delicados para el futuro de México y en los cuales la Iglesia está dispuesta a ayudar con su probada experiencia a lo largo y ancho del país. Para el presidente de la CEM, los desafíos se dan en tres aspectos: la pobreza “creciente de México, no parece que, de modo inmediato, vaya a la baja”; el segundo, la violencia a la cual calificó de “feroz” y por último, la corrupción que, a diferencia del discurso de gobierno, parece “imparable, no sólo la que tiene que ver con el dinero sino con el ejercicio de la autoridad”. Andamos con la sensación de andar en terreno minado, cualquier cosa puede ocurrir”aseveró Mons. Cabrera quien enfatizó que el análisis ético-moral de los obispos iría sobre la reflexión de los mandamientos: “No matarás, no robarás, no mentirás”.
En México se celebró Congreso Latinoamericano sobre la Prevención del Abuso de Menores en la Iglesia Católica. El objetivo del encuentro fue abrir un espacio de reflexión en la Universidad de los obispos de México para comprender y abordar este flagelo, trazar cauces para la sanación y la aplicación de la justicia. La Universidad Pontificia de México abrió este encuentro para informar sobre esta problemática a asistentes, religiosos y sacerdotes latinoamericanos provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Panamá, Perú, Puerto Rico y Venezuela. El Congreso también buscó crear conciencia entre los agentes de evangelización para colaborar efectivamente con las autoridades civiles y, al final, que las oficinas de cada diócesis estén dispuestas para atender estos casos y no sean una mera fachada. Se trata de emprender caminos de reparación y de justicia a las víctimas.
De nuevo el luto e indignación por la violencia cuando miembros de la familia Le Barón fueron emboscados y asesinados incluyendo a seis niños en los límites de los estados de Sonora y Chihuahua. Un mensaje de José Jesús Herrera Quiñonez, obispo de Nuevo Casas Grandes, mostró la consternación, pero también denunció la presencia continua de la delincuencia organizada en Chihuahua: “Opera en todo nuestro país, y que de manera especial, ha estado presente en el Estado de Chihuahua y sus comunidades desde hace más de una década ocasionando sufrimiento, dolor, temor y muerte a personas y familias como en este caso acontecido, y ahora, afectando a bebés y niños inocentes, y mujeres”. La muerte de los miembros de la familia LeBarón es una de las crisis más graves de seguridad en el gobierno de AMLO.
La controversia de las Pachamama llegó hasta la Ciudad de México. Como se recordará, la controversia en torno a este idolillo por el supuesto culto que se le tributó en el Vaticano en el sínodo de la Amazonia llevó incluso a que algunas personas sustrajeran las imágenes para ser arrojadas al Tíber en muestra de repudio. En México, fieles del canónigo penitenciario de la catedral metropolitana, el exvocero del cardenal Rivera Carrera, Hugo Valdemar Romero, fueron testigos de la “quema” del ídolo en plena vía pública en actitud de desagravio. Pero la respuesta justificando el uso de la Pachamama vino del emérito de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, quien en un artículo que tuvo repercusiones internacionales, argumentó: “Pregunté a un indígena aymara si, para ellos, la pachamama (la madre tierra) y el inti (el padre sol) son dioses, y me respondió: Quienes no han recibido la evangelización, los consideran dioses; para quienes ya fuimos evangelizados, no son dioses, sino los mejores regalos de Dios. ¡Estupenda respuesta! ¡Eso son! Son manifestaciones del amor de Dios, no dioses”.
Diciembre
La publicación del informe en el que se admitió la culpa de los abusos del padre Fernando Martínez y el posterior reporte global sobre el número de abusadores y víctimas al interior de la congregación de los Legionarios de Cristo confirmó el nivel de descomposición y degradación que se anidó al interior, pero este reconocimiento no tuvo la mejor aceptación de parte de Episcopado Mexicano. Alfonso Miranda Guardiola, Coordinador General del Consejo Nacional de Protección de Menores, expresó una inédita solicitud de dimisión del estado clerical de Fernando Martínez ante lo que consideró una insuficiente reparación del daño a las víctimas de este depredador. Más adelante, el informe global de los legionarios abrió la cloaca de la corrupción en ese instituto; “hubo una cobertura criminal muy grande a lo largo de tanto tiempo”, afirmó el arzobispo Rogelio Cabrera quien apuntó sobre la confesión de los Legionarios acerca de 33 sacerdotes abusadores de 175 víctimas incluyendo al fundador, abusador de 60 menores. Para el presidente de la CEM, el informe “llega tarde, llega incompleto y queda bajo sospecha de que no es total lo que ahí se dice”. Categórico dijo que esos crímenes fueron encubiertos por “autoridades en el Vaticano, los gobernantes que tuvieron noticia de estos delitos, los mismos miembros de la Legión que no informaron o que nos les permitieron informar”. Las víctimas de los legionarios y la sociedad afirmó están molestas: “Hay gente que está sumamente enojada por todo esto, porque es inexplicable que esta historia delictiva no se haya dado a conocer en más de 70 años”.
El reporte del Centro Católico Multimedial (CCM) “Un año de riesgo para la seguridad y libertad religiosa” detalla una cronología de hechos donde se aprecian las incidencias más comunes en el robo de iglesias y templos. Se determina que 2019 cobró notoriedad por el aumento de robos, acciones sacrílegas y clausuras de lugares de culto debido, principalmente, por los efectos de los sismos de 2017. Las tendencias relativas al robo y actos violentos indican un crecimiento sostenido que afecta entre el 12 y 14% de los templos de las 19 provincias eclesiásticas del país. Las noticias registraron desde los robos ordinarios hasta el asesinato de un sacerdote, el padre José Martín Guzmán Vega, de la diócesis de Matamoros. Según el CCM, robo y agresiones al interior de los templos reflejan la grave descomposición social de nuestro tiempo y merece la atención inmediata. En reiteradas ocasiones, la Conferencia del Episcopado Mexicano se ha pronunciado en contra de la violencia y la construcción de la paz. En sus respectivas iglesias, arzobispos y obispos levantan la voz condenando el mal y los graves problemas derivados de esta severa crisis exhortando a construir una sociedad justa y de valores.
Peregrinaron de nuevo a Basílica para renovar su esperanza. Y con ellos, el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza. Hasta los pies de la Virgen de Guadalupe, los padres de los normalistas desaparecidos dan fe de su lucha misma que inició hace cinco años cuando una noche de septiembre sus hijos desaparecieron.“No hay una conclusión definitiva” diría el obispo franciscano en la homilía de la misa y puntualizó que los hechos ocurridos en usa fatídica fecha del 27 de septiembre de 2014, son “una llaga que llevamos en México y esa llaga no va a cerrar hasta que lleguemos a conocer la verdad, hasta que sepamos que se va a hacer justicia”.