El Papa en África
Ayer, festividad de Cristo Rey, el Papa regresó de su segunda visita a África, que se ha centrado esta vez en el pequeño y pobre Estado de Benin. No pretendo informar sobre este acontecimiento del que los medios, y concretamente Religión Digital, nos han relatado lo más destacable como noticia. Lo que yo puedo aportar no es una información, sino más bien, una breve reflexión.
Para cualquier persona de bien, es un motivo de alegría que el Papa organice un largo viaje para estar con los pobres. El Papa es una de las figuras simbólicas más importantes que hay en el mundo. Por eso, lo que hace el Papa es siempre ejemplar. Y, dada la relevancia singular que sigue teniendo el papado en el mundo, la ejemplaridad del Papa se contagia. Sólo con este viaje, el Papa nos hace mejores a todos, por más que muchos ni nos demos cuenta de esa mejoría.
Pero, más importante que el bien que el Papa nos hace con su ejemplo de acercamiento a los más indigentes, es el hecho de “obligar” a los medios a hablar de África. “Obligarnos” a todos a tener presente el dolor y la desesperanza de un inmensamente rico e inmensamente injuriado, humillado, saqueado, aplastado por todas las codicias del mundo mundial. Es esto, algo que mucha gente ignora. Y que casi nadie se imagina.
En África ha robado medio mundo. No voy a hablar, una vez más, del humillante comercio de esclavos, con las vergonzosas “justificaciones morales” que se le dieron a tan macabro negocio. Por decir algo de más actualidad, baste recordar que la riqueza en minerales, que hay en África”, es una de las más importantes del mundo en cantidad, variedad y calidad. En ella se encuentran minerales como el famoso coltan (sin el cual serían imposibles los teléfonos móviles), oro, plata, cobre, zinc, galio, germanio, cerio, lantano, estaño, níquel, diamante, cobalto, uranio, manganeso, tungsteno, etc. Por supuesto, no todo esto se encuentra en Benin. Sus yacimientos más importantes están en la región de los Grandes Lagos. Pero, lo digo de nuevo, lo importante de la visita del Papa a Benin ha sido decirnos a todos que, por muy graves que sean nuestras crisis económicas y las privaciones que nos acarrean, muchísimo más grave es la situación de “crisis” + “despojo”, que sufren millones de criatuas que se mueren literalmente de hambre y de todo tipo de carencias. Esto ha sido lo genial que ha hecho el Papa. Cosa que me llena de sano orgullo. Y que, sobre todo, me viene a decir que no todo está perdido.
Para cualquier persona de bien, es un motivo de alegría que el Papa organice un largo viaje para estar con los pobres. El Papa es una de las figuras simbólicas más importantes que hay en el mundo. Por eso, lo que hace el Papa es siempre ejemplar. Y, dada la relevancia singular que sigue teniendo el papado en el mundo, la ejemplaridad del Papa se contagia. Sólo con este viaje, el Papa nos hace mejores a todos, por más que muchos ni nos demos cuenta de esa mejoría.
Pero, más importante que el bien que el Papa nos hace con su ejemplo de acercamiento a los más indigentes, es el hecho de “obligar” a los medios a hablar de África. “Obligarnos” a todos a tener presente el dolor y la desesperanza de un inmensamente rico e inmensamente injuriado, humillado, saqueado, aplastado por todas las codicias del mundo mundial. Es esto, algo que mucha gente ignora. Y que casi nadie se imagina.
En África ha robado medio mundo. No voy a hablar, una vez más, del humillante comercio de esclavos, con las vergonzosas “justificaciones morales” que se le dieron a tan macabro negocio. Por decir algo de más actualidad, baste recordar que la riqueza en minerales, que hay en África”, es una de las más importantes del mundo en cantidad, variedad y calidad. En ella se encuentran minerales como el famoso coltan (sin el cual serían imposibles los teléfonos móviles), oro, plata, cobre, zinc, galio, germanio, cerio, lantano, estaño, níquel, diamante, cobalto, uranio, manganeso, tungsteno, etc. Por supuesto, no todo esto se encuentra en Benin. Sus yacimientos más importantes están en la región de los Grandes Lagos. Pero, lo digo de nuevo, lo importante de la visita del Papa a Benin ha sido decirnos a todos que, por muy graves que sean nuestras crisis económicas y las privaciones que nos acarrean, muchísimo más grave es la situación de “crisis” + “despojo”, que sufren millones de criatuas que se mueren literalmente de hambre y de todo tipo de carencias. Esto ha sido lo genial que ha hecho el Papa. Cosa que me llena de sano orgullo. Y que, sobre todo, me viene a decir que no todo está perdido.