La derecha política y la religión

Los sucesivos escándalos relacionados con la economía, que desde hace unos años se vienen atribuyendo a la derecha política española como presunta responsable de tales escándalos, plantean a muchos ciudadanos una pregunta inevitable y desagradable. Si tradicionalmente la gente de derechas ha sido la gente más religiosa, ¿cómo se explica que personas vinculadas a las creencias católicas más tradicionales, sean precisamente la gente que más está dando que hablar en asuntos de extrema gravedad, asuntos relacionados con la moral, la ejemplaridad de vida, la responsabilidad en la gestión de cargos públicos, la toma de decisiones que están causando enormes sufrimientos a los más pobres y desamparados, etc, etc?

Por supuesto, yo sé que a esta pregunta hay ponerle los debidos y necesarios matices. Porque, ni el partido que actualmente gobierna en España es un partido confesional, ni la gente de los demás partidos, que hay en el arco político español, son precisamente angelitos ejemplares. De sobra sabemos que, actualmente en España, se puede ser de derechas y al mismo tiempo ateo. Como se puede ser de izquierdas y afirmar sinceramente que se tienen creencias católicas. Todo esto es cierto. Pero, aun así y todo, no cabe duda que, en el imaginario popular de este país, a la derecha se le asocia religiosamente con la religión y con la Iglesia. En tanto que la gente de izquierdas se le suele situar en los grupos y ámbitos de lo anticlerical y anti-religioso.

Pues bien, en la medida en que todo esto es así - y creo que aquí hay bastante de verdad -, cualquiera que se haya enterado del caso Gürtel o de los recientes papeles de Bárcenas, lo más seguro es que alguna vez pensará: “Pero, bueno, ¿qué dicen de todo esto los obispos? ¿qué piensa la Iglesia sobre estas cosas y estas personas? Y, sobre todo, ¿en qué creen realmente estas gentes de la derecha, que asisten con la misma fruición a una misa que a un reparto de sobre clandestinos?

Sinceramente, si planteo estas preguntas, no es para revolver más la porquería que nos apesta a todos. Me pregunto estas cosas porque, detrás de ellas, se oculta una cuestión de mucho peso y de enorme trascendencia. La cuestión es ésta: ¿qué relación tiene, en la conciencia de mucha gente religiosa, la religión con la rectitud ética? Dicho de otra manera, ¿tiene que ver algo, en la mentalidad de mucha gente, la religión con la conducta? ¿se puede ser muy religioso y al mismo tiempo un embustero, un tramposo, un ambicioso, etc, etc.?

Para muchas personas, la religión es tener “creencias” y asistir a “funciones religiosas”. Por eso pregunto, la religiosidad ¿es nada más que eso? ¿y la Iglesia sigue callada ante semejante disparate? Realmente, aquí hay algo muy serio que no funciona. Si es verdad que se nos ha ido de las manos la economía y andamos desquiciados en asuntos de política, no es menos cierto que lo de la religión anda manga por hombro, o sea más dislocado de lo que imaginamos. ¿No ha llegado la hora de decir, también en esto, ¡Basta Ya!?
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