#LectioDivinaFeminista Mujeres pescadoras seguidoras de Jesús
Lucas 5, 1-11
| María Andrea González Benassini
Busca un espacio tranquilo y acogedor para realizar la lectura del evangelio. Prepara tu corazón cerrando los ojos e inhalando y exhalando lentamente varias veces. Abandona tus preocupaciones, tareas o pensamientos y concéntrate en “estar aquí y ahora”. Regocíjate en la soledad y el silencio.
Lectura (Lectio)
Lucas 5, 1-11
“En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret.
Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes.
Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca.
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: “Navega mar adentro, y echen las redes”.
Simón le respondió: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes”.
Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: “Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador”. El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido;
y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: “No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres”. Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.”
(Al terminar la lectura, respira hondo, cierra los ojos y regálate unos minutos).
Meditación (Meditatio)
Hace unos meses leí un artículo titulado “Mujeres del mar: mujeres pescadoras y su lucha por algo más que la pesca”.[1] La lectura me llevó a pensar en una actividad que prsuponemos es exclusiva de varones y no ejecutada por mujeres. Entonces me di a la tarea de buscar en internet a mujeres pescadoras y encontré varias referencias e imágenes que recrearon en mí otro panorama distinto que hoy encuentra sentido en la lectura de este domingo, lectura bien llamada “La pesca milagrosa”.
El artículo digital antes citado de la página Oceana. Protegiendo los Oceanos del Mundo, nos ilustra sobre la gran labor que desarrolla la cooperativa de mujeres pescadoras: Almejeras de Santa Cruz en la Bahía de Altata en Sinaloa, México, labor que realizan diariamente en comunidad y en familia. Mujeres pescadoras que desde la invisibilización y nulo reconocimiento, trabajan en favor de un nuevo paradigma, un nuevo sistema de cuidados, de prácticas de pesca sustentable, que beneficie el ecosistema y favorezca la justicia social e inclusión de las mujeres, niñas y niños.
El evangelio de hoy nos habla de hombres agolpados en la orilla del lago de Genezaret o Galilea y de pescadores (hombres) cansados por la frustración de la pesca. Las mujeres no aparecen en escena y lo vemos normal, ya que al texto evangélico escrito por varones y las enseñanzas recibidas, ya en obras de arte, ya en homilías o catequesis, inhiben la posibilidad de imaginar a mujeres como merecedoras de la Palabra de Jesús.
En este sentido, es menester hacer un ejercicio de inclusión en la historia, del mismo modo que las mujeres pescadoras de Sinaloa, quienes rompen paradigmas ejercitando la profesión de manera sorprendente. Por ello, propongo para esta #lectiodivinafeminista, recurrir a la hermenéutica de la sospecha y de la imaginación creativa propuesta por Elisabeth Schüssler Fiorenza [2], la cual permite desarrollar una mirada crítica de lo escuchado, leído y aprendido, a la vez que llenar vacíos, concebir cambios y “soñar con un mundo diferente caracterizado por la justicia y el bienestar”[3] a favor de las mujeres.
El ejemplo de las Almejeras de Santa Cruz, permite poner en práctica estas hermenéuticas para re-imaginar una narración inclusiva de la pesca milagrosa, en la que las mujeres fueron protagonistas y depositarias del don de ser reconocidas por Jesús y son colmadas con redes cargadas de peces, mujeres de mar pescadoras de humanidad; “guardianas de la naturaleza y defensoras de sus comunidades”.
Contemplación (Contemplatio)
![bAJA](https://www.religiondigital.org/2025/02/02/bAJA.png?hash=0fe82b831e7c25e1c123f74bfc2ea2ea197951fe)
- Ahora en la contemplación date tiempo para mirar la imagen de las dos mujeres pescadoras.
- Admira la sonrisa en su semblante.
- Ellas son portadoras de “buena nueva” para la humanidad
- Cuidadoras del ecosistema y la biodiversidad
- Su encuentro con la Sabiduría las lleva a sentirse parte del Cosmos y de la Vida relacional.
- Sus redes están llenas de deseo de vivir mejor a través del pleno reconocimiento de sus derechos de humanas: acceso a las educación, a la salud, al respeto, a una vida digna, libre de violencia para ellas sus familias y comunidades.
- ¿Qué te sugiere la imagen a ti?
Te invito a escuchar esta canción: Lo innombrable. Marta Gómez y Raquel Riba Rossy
https://www.youtube.com/watch?v=Euj3pCAOlFM
Oración (Oratio)
Miro sus rostros y te miro en ellas.
Admiro su sonrisa sencilla,
su satisfacción de redes llenas.
En ellas Tú, en ellas yo,
pescadoras comprometidas con el ecosistema,
con la biodiversidad
y con el Reino aquí y ahora.
Pescadora de humanidad,
enviada elegida y privilegiada,
guardiana de pesca sustentable
justicia social, reconocimiento y equidad.
Hoy, sin temor olvido las imágenes masculinas impuestas,
y me asumo como poseedora
de redes colmadas de dones,
bendita entre las mujeres
por siempre.
Amén
Acción (Actio)
¿Qué cambia hoy en tu vida?
¿Qué acciones concretas propones?
¿Cómo ser pescadora de humanidad?
Si tienes tiempo, mira el documental: Té de agua salada. https://youtu.be/kaRJWTk1rfQ?si=TKrjFaMshJx79Pri
Terminemos con este canto (https://www.youtube.com/watch?v=cewafWSMwYg).
Aquí la letra:
Oración del remanso (Jorge Fandermole) . Voz: Soledad Pastorutti
Soy de la orilla brava, del agua turbia y la correntada que baja hermosa por su barrosa profundidad.
Soy un paisano serio, soy gente del remanso Valerio que es donde el cielo remonta vuelo en el Paraná. Tengo el color del río y su misma voz en mi canto sigo, el agua mansa y su suave danza en el corazón, pero a veces oscura va turbulenta en la ciega hondura y se hace brillo en este cuchillo de pescador.
Cristo de las redes, no nos abandones y en los espineles déjanos tus dones. No pienses que nos perdiste, es que la pobreza nos pone tristes, la sangre tensa y uno no piensa más que en morir, agua del río viejo llévate pronto este canto lejos que está aclarando y vamos pescando para vivir.
Llevo mi sombra alerta sobre la escama del agua abierta y en el reposo vertiginoso del espinel sueño que alzo la proa y subo a la luna en la canoa y allí descansa hecha un remanso mi propia piel. Calma de mis dolores, ay, Cristo de los pescadores, dile a mi amada que está apenada esperándome que ando pensando en ella mientras voy vadeando las estrellas, que el río está bravo y estoy cansado para volver.
Cristo de las redes, no nos abandones y en los espineles déjanos tus dones. No pienses que nos perdiste, es que la pobreza nos pone tristes, la sangre tensa y uno no piensa más que en morir, agua del río viejo llévate pronto este canto lejos que está aclarando y vamos pescando para vivir.
Notas.
[1] Mujeres del mar: mujeres pescadoras y su lucha por algo más que la pesca. Oceana, protegiendo los oceanos del mundo https://mx.oceana.org/blog/mujeres-del-mar-mujeres-pescadoras-y-su-lucha-por-algo-mas-que-la-pesca/ (20-09--2024)
[2] Schüssler Fiorenza, Elisabeth. Los caminos de la Sabiduría. Una introducción a la interpretación feminista de la Biblia. Sal Terrae (2004), p.p. 231- 241. https://ia803409.us.archive.org/20/items/los-caminos-de-la-sabiduria/Los%20Caminos%20de%20la%20Sabiduri%CC%81a.pdf
[3] Op. cit. 236.