Treinta años han transcurrido desde que esta pandemia mortal saltara a los medios de comunicación y aún hoy tenemos que seguir hablado de victimas.
Nos encontramos con más de 60 millones de personas infectadas, que se dice pronto, no tanto en Europa como en otros continentes, como puede ser el caso de África donde parece que siempre les toca la peor parte en todo.
Esta semana he querido aludir a este problema, con motivo de una reciente reunión de la ONU con la asistencia de más de 30 países dada por finalizada el día 10 de junio, aunque los medios a penas se han hecho eco de ello.
Una de las metas que se han puesto ha sido el poder duplicar el tratamiento de antirretrovirales a 15 millones de personas con medidas preventivas fijando su atención en las poblaciones más vulnerables.
Todos sabemos que ésta es una enfermedad crónica y para muchas personas significa sentencia de muerte por no poder disponer de los medios y prevención necesaria ya que una detención a tiempo, es fundamental para que este no llegue a convertirse en un virus mortal.
A todos nos toca tomar conciencia de la importancia del VIH e intensificar los esfuerzos para poder llegar a una mayor concienciación y prevención en la población.