Un santo para cada día: 29 de septiembre Miguel, Gabriel y Rafael (Arcángeles)
Los nombres nos suelen dar pistas para la identificación de la realidad a que hacen referencia; en nuestro caso nos van a ayudar a saber quiénes son y cuál fue la misión principal encomendada a estos arcángeles tan celebrados en el cristianismo
Los nombres nos suelen dar pistas para la identificación de la realidad a que hacen referencia; en nuestro caso nos van a ayudar a saber quiénes son y cuál fue la misión principal encomendada a estos arcángeles tan celebrados en el cristianismo.
Miguel es un nombre hebreo, que alude a la excelencia divina. Lucifer se había rebelado contra Dios y muchos escuadrones de ángeles le seguían, fue entonces cuando “ MI- KA – EL “ otro arcángel, se le enfrentó con voz potente ,¿QUIEN- COMO- DIOS? Ante lo cual los ángeles rebeldes cayeron de bruces y fueron arrojados al abismo. Este nombre de Miguel aparece cuatro veces en la Sagrada escritura, mostrándose como protector de Israel, por lo que este pueblo le tenía una gran devoción, aparece también en el Apocalipsis, en lucha contra el dragón que simboliza al diablo, porque la lucha no ha acabado, prosigue aún sobre la tierra en la que Satán intenta tomarse la revancha. En esta lucha el arcángel Miguel cumple ahora la misión de ser protector de la Iglesia, como en los tiempos antiguos fue el protector de pueblo de Israel, siendo celebrado con estas palabras. “Príncipe gloriosísimo, jefe de las milicias angélicas, prepósito del paraíso y arcángel poderoso que se lanza al socorro del pueblo de Dios y le defiende en la lucha para que no perezca en el día del juicio.” Le reconocemos en forma de guerrero armado con su escudo y con su casco atravesando con su espada al dragón.
Aparte de su labor como guardián de la Iglesia universal, los Santos Padres le fueron atribuyendo unos servicios espirituales a nivel personal, que tienen que ver con la lucha constante que el alma tiene que mantener frente a los engaños, tentaciones y asechanzas del maligno. San. Miguel Arcángel no habrá acabado su ministerio mientras sobre la tierra existan almas que todavía no hayan traspasado los umbrales del tiempo. Le ven también como el protector especial a la hora de la muerte, cuando el alma haya de librar el último combate. En este escenario escatológico, al que tan aficionado era el mundo medieval, S. Miguel estará presente en el momento de hacer balance. Hubo un tiempo en que la famosa abadía normanda de Mont Saint–Michel, construida en el año 709, representó un importante centro donde se rendía culto a este Arcángel Protector.
Por lo que respecta a San Gabriel comencemos por decir que su nombre significa “Fuerza de Dios”. Es el emisario celestial, portador de las mejores noticias, razón por la cual es considerado patrón de la radio. Él va a ser el encargado de comunicar a Zacarías, casado con Isabel de avanzada edad, que iban a tener milagrosamente un hijo. Estando en el templo se le apareció Gabriel y le dijo: “No temas, Zacarías; tu súplica ha sido escuchada. Isabel, tu esposa, te dará un hijo al que llamarás Juan… “¿Cómo puedo estar seguro de esto? Porque yo soy anciano y mi esposa es de edad avanzada”. El Ángel le respondió: “Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia”. Gabriel es sobre todo el Ángel de la Anunciación: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. He aquí que concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús”.
Rafael es uno de los arcángeles principales que significa “Dios ha sanado “. Solamente aparece una vez en el escenario bíblico. Se nos muestra como acompañante incógnito de Tobías en un viaje largo y complicado, que acabó felizmente con la unión en matrimonio de Tobías y Sara. Al regreso del viaje, el padre de Tobías recobró la vista y el acompañante misterioso reveló su propia identidad “Yo soy Rafael, uno de los cuatro que están al servicio de Dios y tiene acceso ante el Señor de la gloria. Cuando Sara y tú estabais rezando yo presentaba al Señor de la gloria el memorial de tu oración.”
Reflexión desde el contexto actual:
Se ha dicho y pienso yo que, con toda razón, que el mayor triunfo de Satanás es haber hecho creer a los hombres que el diablo no existe. Y si Lucifer no existe, tampoco existe el pecado de soberbia con el que ha quedado identificado, pero ¿qué duda cabe que los “Ángeles Caídos” representan la parte tenebrosa de la creación y que la soberbia no ha dejado de ser un componente de los hijos de Adán? No creerlo así es comenzar dando ventaja al maligno en la lucha contra el mal. Satán existe, es el llamado Luzbel (luz hermosa), antes de rebelarse contra Dios. Nos lo ha recordado el papa Francisco recientemente con estas palabras. “Algunos dicen: No, Satanás no existe, pero Satanás existe, es el seductor… Satanás aparece en las primeras páginas de la Biblia, porque es una realidad que todos tenemos como experiencia”.