Un santo para cada día: 28 de octubre San Judas Tadeo.( El apóstol que soñó con una liberación violenta)
Desconocemos en qué momento Judas se le une a Jesús para ser uno de los 12 apóstoles que habrían de acompañarle en su sagrado ministerio. Es de suponer que el trato con él fuera habitual y entrañable, porque habían nacido en la misma comarca y pertenecían a la misma familia
Vivimos el momento en que el Imperio romano en todo su esplendor se ha hecho dueño absoluto del territorio de Palestina, respeta su religión, pero el que domina y administra sus territorios es el Cesar, con el disgusto consiguiente de los zelotes que se resisten a pasar por el aro y tratan de presentarle cara o por lo menos poner las cosas difíciles al emperador. En tiempos de Jesús existía una marcada conciencia mesiánica en la población judía. Las gentes esperaban la venida del libertador de Israel que rompiera en mil pedazos las cadenas del yugo romano. Entre los apóstoles de Jesús existía también ese sentimiento, incluso en alguno de ellos como en el caso de Simón, este sentimiento era muy fuerte, pero también en Judas Tadeo uno de los más judaizantes del grupo de «los Doce». El celo habrá de ser una característica que le define y le distingue entre los demás. Lleva la lealtad a su pueblo en su corazón, valiente, orgulloso de que entre su familia haya surgido el enviado de Dios para redimir a su pueblo, precisamente valiente es lo que significa Tadeo
Desconocemos en qué momento Judas se le une a Jesús para ser uno de los 12 apóstoles que habrían de acompañarle en su sagrado ministerio. Es de suponer que el trato con él fuera habitual y entrañable, porque habían nacido en la misma comarca y pertenecían a la misma familia. Tadeo descendía igual que Jesús de la estirpe de David. Cleofás, el padre de Judas era hermano de José el carpintero de Nazaret y María la de Cleofás era prima hermana de la Virgen María, por lo tanto por partida doble Judas era un familiar allegado a Jesús.
Le vemos aparecer en el escenario evangélico en la última Cena, para preguntar al Maestro, ¿Por qué, Señor, te has de manifestar a nosotros y no al mundo? La pregunta tiene toda la intencionalidad de quien arde en deseo de hacer partícipes a los demás de los secretos que el Maestro les iba revelando y es de suponer que su corazón saltara de gozo al oírle decir: “Os he escogido a vosotros para que vayáis por todo el mundo a predicar el evangelio”. Su celo apostólico le llevaría a las más lejanas tierras. Penetraría en Egipto, llegaría hasta Siria, Mesopotamia, recorrería las riberas del Tigris y Eúfrates, hasta alcanzar los territorios de Persia, para según sus propias palabras: “ “Reprender a unos, después de convencerlos, salvar a otros, arrancándolos del fuego , tener piedad de todos en el temor, aborreciendo siempre la túnica de la carne que está manchada”.
Cuando hacen su aparición los errores y falsas interpretaciones del evangelio él se siente en la necesidad de dar la voz de alarma y prevenir a los seguidores de Cristo que no se dejen seducir, a ellos les escribe esta carta exhortándoles a “ luchar valientemente por la fe que ha sido dada a los santos. Porque algunos en el secreto de su corazón son… hombres impíos, que convierten la gracia de nuestro Señor Dios en ocasión de riña y niegan al único soberano regulador, nuestro Señor Jesucristo…Sea gloria eterna a Nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría".
De regreso a Persia se reunió con Simón y ambos estuvieron un tiempo combatiendo juntos. Habiendo llegado a la ciudad de Suamyr se alojaron en casa de Semme , un discípulo suyo, pero al día siguiente se vieron rodeados por un grupo de fanáticos que les amenazaron y presionaron sin resultado alguno. Viendo Tadeo que su fin estaba cerca dijo a Simón "Hermano, es Ntro. Señor Jesucristo que nos llama". Al poco tiempo la cabeza del apóstol de Cristo rodaba por el suelo a golpe de hacha. Sería hacia el año 70.
Reflexión desde el contexto actual
A Judas Tadeo se le venera como el “Santo de los imposibles” tal como fue revelado a Sta. Brígida y hay tantas cosas que parecen imposibles en nuestro mundo… pero lo cierto es que Dios todo lo puede, por eso no podemos nunca desesperar, mucho más teniendo como intercesor a uno de sus apóstoles que vivió junto a Él y que al igual que nosotros sabe lo difícil que es a veces poder sobrellevar la aventura humana.