Confesor del cardenal Bergoglio en Argentina, el Papa le ha citado en numerosas ocasiones Fray Pascual Dri, el 'cardenal del perdón': “Lo primero es reconocer que yo soy tan pecador como el que se acerca a mí”
A sus 96 años, el fray capuchino Luis Pascual Dri, que será creado cardenal por el Papa Francisco, comparte sus emociones después de recibir la noticia y reflexiona sobre su experiencia en el confesionario. Al anunciar su nombre luego del Ángelus del 9 de julio, el Pontífice lo presentó como un hombre distinguido por su servicio a la Iglesia
| Sebastián Sansón Ferrari
(Vatican News).- “Fue una sorpresa tremenda”. Así reacciona fray Luis Pascual Dri, capuchino argentino, de la noticia de su creación como cardenal de la Iglesia católica durante el consistorio del próximo 30 de septiembre de 2023. El religioso de 96 años fue confesor del cardenal Bergoglio y el Santo Padre lo ha citado en múltiples ocasiones durante su Pontificado.
El neo purpurado atiende la llamada desde el Santuario de Nuestra Señora de Pompeya, en Buenos Aires, donde administra el sacramento de la reconciliación durante varias horas por día. “No tengo ninguna distinción especial”, expresa Pascual Dri, quien supo la noticia el domingo 9 de julio, al final del Ángelus. Estaba por bajar a confesar y se emocionó inmensamente. “Ahora estoy más tranquilo”, dice. Si bien se conocían con el Papa, jamás pensó que le encomendara esta misión. Infinitamente agradecido con él, considera este gesto como “una delicadeza” y comenta que contactará con él para manifestarle personalmente su gratitud.
En su servicio a la Iglesia, la confesión es el tema que lo ha apasionado toda su vida. “Lo primero es reconocer que yo soy tan pecador como el que se acerca a mí”, asevera. Cuando recibe a personas que están padeciendo mucho y se encuentran agobiadas por diversos problemas, poder aliviar y poder decir “En el nombre del Señor, te absuelvo” es, para él, una “alegría muy grande”.
"Un camino para encontrar la paz"
El fraile invita a recordar que Jesucristo nos hace justos perdonándonos con su gracia y transmite un mensaje de aliento. “¡Adelante!, ánimo, sin miedo, sin temor”, añade, reconociéndose “muy feliz” cuando puede estar “un poquito más” para quien está sufriendo. “Este es un camino para encontrar la paz, la felicidad de la vida”.
Desde su “sillón de ruedas”, como él mismo dice, acepta con humildad el llamado que Francisco le pide en este momento. “El Papa sabe mis limitaciones”, sostiene, enfatizando que está dispuesto a todo lo que le diga.
"Sin dejar a nadie afuera"
Para Dri, este servicio no le cambia nada. Más bien, seguirá entregándose con todo el corazón, “con toda mi ciudad, sin dejar a nadie afuera de la Iglesia”, reivindica.
Evocando su etapa pastoral en Uruguay, en la que, entre otras responsabilidades, se desempeñó como educador en el Colegio y Liceo Secco Illa, subraya que aún recibe saludos de sus alumnos, felices de aquellos años vividos. Siempre procuró el respeto a las personas, no la imposición de reglas duras, sino el respeto, como él mismo lo narra. Los chicos lo recuerdan mucho: “Quizá son gente grande, son abuelos, son profesionales y me escriben dando gracias por aquellos tiempos”.
"Nunca el desaliento, nunca el pesimismo, nunca la desesperanza"
Con su voz paternal y serena, deja unas palabras de esperanza a los oyentes de Radio Vaticana. En estos tiempos difíciles, en la Iglesia, en lo político, en lo cultural, la salud, sugiere confiar en Jesús y María, para que ellos nos escuchen y nos acompañen. “Nunca el desaliento, nunca el pesimismo, nunca la desesperanza, porque el Señor está y él nos prometió: ‘Estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos’”.