Periodista, autor de "Su Santidad: las cartas secretas de Benedicto XVI" Gianluigi Nuzzi: "En el Vaticano hay divisiones profundas, conflictos y choques que se remontan a mucho tiempo atrás"

Su libro, Su Santidad, las cartas secretas de Benedicto XVI, ha provocado un terremoto en la Santa Sede, al revelar conjuras y sacar a la luz trapos sucios del Vaticano a través de centenares de documentos confidenciales que pasaron por el despacho del Papa. Gianluigi Nuzzi saca a la luz cartas secretas que le filtró una fuente llamada "María", que trabaja en el Vaticano y que representa a un grupo de personas "hartas" de lo que pasa allí adentro.

"Son personas que desde décadas observan con espanto las cosas que pasan allí adentro, personas católicas y devotas que quieren ayudar al Papa en el proceso de cambio. No me pasaron los papeles por dinero, sino porque quieren que el Papa eche a los mercaderes del templo y haga limpieza en la Curia", explica en una entrevista telefónica con LA NACION.

-Su libro ha provocado un terremoto en el Vaticano. ¿Alguien inició acciones legales en su contra?

-No, no pasó nada. Lo que emerge del libro es un contenido muy fuerte, debido al dramatismo de las situaciones que quedan expuestas y a la fatiga del Santo Padre por mantener unida a la Iglesia o, por lo menos, por mantener unido el Vaticano. Pero "el papel canta": cuando uno tiene un documento lo publica y punto.

-Ahora está ardiendo el caso Gotti Tedeschi [el ex presidente del IOR, cuyas cartas secretas también aparecen en el libro], que hizo saber que tiene miedo de que lo maten.

-Yo entiendo perfectamente su miedo: es un banquero que se encontró dentro de un banco que fue, durante todo el 900 y hasta hace muy poco un banco offshore , con estratificaciones de intereses, de secretos, de tráficos, desde el período de Roberto Calvi, con los jueces de la corte de apelaciones de Roma, que escribieron en la sentencia por la muerte de Calvi que está demostrado que el IOR recicló ingentes sumas de dinero de la Cosa Nostra. Ahora vemos que hay una investigación porque podría tratarse de dinero de Matteo Messina Denaro (el nuevo jefe de la Cosa Nostra). Es decir, hay muchas sombras y muchos fantasmas. Por eso creo que el deber del periodismo es investigar todo eso y el derecho a la información implica conocer qué pasa. En el libro hay una marea de documentos que pone al desnudo una realidad que es desconcertante.

-Visto el terremoto causado, ¿no teme algún tipo de represalia?

-Considerando que vivo en una república que forma parte de la Unión Europea, no. Ahora, si llegaran a hacerle un proceso a un periodista, será el "proceso de la historia" y será también divertido en cierto sentido. Para mí lo inquietante es lo que hay dentro del libro, no las reacciones de molestia y los tonos para distraer.

-Ahora está el mayordomo del Papa detenido. Pero ¿para usted algún día sabremos la verdad de lo que ha pasado o el "VatiLeaks" terminará siendo otro misterio irresuelto?

-Evidentemente hay choques de poder internos. Habrá que ver cómo acaba la historia del mayordomo.

-El Vaticano en los últimos días salió al contraataque -primero el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado; después el ex secretario de Estado y decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano-, en un intento de minimizar las divisiones que han salido a flote.

-Pienso que hay divisiones profundas, hay conflictos profundos y choques que se remontan a mucho tiempo atrás. Y es interesante el hecho de que en 2010 y en 2012 sigan existiendo conjuras en los sacros palacios. De hecho, cuando escribí el libro, al leer los documentos me parecía estar leyendo una novela. Y en cambio se trataba de documentos auténticos de historias dramáticas, verdaderas.

-¿Usted es católico?

-Creo que no tiene nada que ver con el libro. Yo soy cristiano.

-¿Practicante, bautizado?

-Soy bautizado, cristiano. Y sé bien que para nuestra suerte la Iglesia no es el Vaticano, que la Iglesia de todos no es el Vaticano.

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