“Este foro está en continuidad con el camino sinodal, que debe concretarse en las Iglesias locales y requiere participación” El Papa a los responsables de pastoral familiar: “‘Amoris Laetitia' requiere un paciente trabajo de aplicación y una conversión misionera”

“'Amoris laetitia' es el fruto de una profunda reflexión sinodal sobre el matrimonio y la familia y, como tal, requiere un paciente trabajo de aplicación y una conversión misionera. Es por ello que este Foro está en continuidad con el camino sinodal, que debe concretarse en las Iglesias locales y que requiere cooperación”. 

Con estas palabras pronunciadas a través de un videomensaje, se dirigía el papa Francisco a los participantes del Foro “¿Hasta dónde hemos llegado con Amoris laetitia? Estrategias para la aplicación de la exhortación apostólica del Papa Francisco", un evento online organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida con el propósito de promover un discernimiento eclesial fecundo sobre el estilo y la finalidad de la pastoral familiar en la perspectiva de la nueva evangelización.

“Este foro representa un momento esencial de diálogo entre la Santa Sede, las conferencias episcopales, los movimientos y las asociaciones familiares”, ha comentado Bergoglio, no sin perder oportunidad de expresar su deseo de que “el Espíritu Santo lo convierta en un evento fecundo para la Iglesia, pastores y laicos juntos, para escuchar las necesidades concretas de las familias y ayude a emprender los procesos necesarios para renovar el anuncio de la Iglesia”.

Dirigido exclusivamente a los responsables de la pastoral familiar de las Conferencias Episcopales y de las asociaciones y movimientos eclesiales internacionales, el encuentro tiene lugar entre el 9 y el 12 de junio, en el contexto del Año Amoris Laetitia.  

La familia, signo de los tiempos

Durante su alocución, el Papa también ha aclarado que hoy más que nunca “la familia es un signo de los tiempos” y ha recordado que la Iglesia universal está invitada “a escuchar activamente a las familias, involucrándolas como sujetos de la pastoral”. “Es necesario —ha remarcado— dejar de lado cualquier idea de que la evangelización está reservada a una élite pastoral ya que cada uno de los bautizados es agente evangelizador".

El Santo Padre asegura que para llevar el amor de Dios a las familias y a los jóvenes es necesaria la ayuda de las propias familias, de su experiencia concreta de vida y de comunión: “Necesitamos cónyuges junto a los pastores, para caminar con otras familias, para ayudar a los más débiles, para anunciar que, también en las dificultades, Cristo se hace presente en el sacramento del matrimonio para dar ternura, paciencia y esperanza a todos, en cualquier situación de la vida”.