Invita a "caminar juntos, soñando con superar las dificultades que impliden la plena comunión" El Papa pide a católicos y ortodoxos griegos "no permanecer prisioneros de las diferencias"
"Trabajar juntos nos ayuda a redescubrirnos como hermanos", sostiene Francisco ante la delegación griega
| Jesús Bastante Vatican News
La unidad es, junto al trabajo por la paz, la misericordia y la tolerancia cero frente a los abusos, uno de los ejes de estos seis años de pontificado de Francisco. Así lo hizo notar esta mañana, durante su audiencia con la 'Diaconía Apostólica' de la Iglesia griega, ante quienes pidió "no permanecer prisioneros de las diferencias" y caminar por la "plena comunión".
Durante el encuentro, celebrado en la Sala de los Papas, Francisco invitó a caminar "juntos, respetando nuestras respectivas tradiciones espirituales, podemos colaborar activamente en la promoción, en diversos contextos, nacionales e internacionales, de actividades y propuestas relativas a la familia y a los valores familiares".
En su discurso, el Santo Padre agradeció a los miembros de esta Delegación por su visita y envió sus saludos a Su Beatitud Ieronymos II, con motivo de su undécimo aniversario de entronización. "Pido al Padre, de quien proviene todo don bueno y todo don perfecto -invocó el Papa- que le conceda salud, serenidad y alegría espiritual. También le pido, por intercesión del Apóstol Pablo, que predicó el Evangelio en Grecia y llevó a término su testimonio hasta el martirio aquí en Roma, que llene de gracias al amado pueblo griego".
El Papa Francisco refiriéndose a la colaboración entre la Diaconía Apostólica y el Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos señaló que, esta colaboración se remonta a más de quince años, durante los cuales han surgido numerosos proyectos culturales y formativos dignos de elogio. "Es un buen ejemplo de lo fructífero que es para católicos y ortodoxos trabajar juntos. En el camino - señala el Pontífice - los que organizaron las iniciativas y los que se beneficiaron de ellas, principalmente son jóvenes estudiantes de nuestras Iglesias, que experimentaron que lo que tenemos en común es mucho más que lo que nos mantiene alejados. Trabajar juntos nos ayuda a redescubrirnos como hermanos. Los jóvenes nos enseñan a no permanecer prisioneros de las diferencias, sino a encender el deseo de caminar juntos, soñando con superar las dificultades que impiden la plena comunión".
Asimismo, el Santo Padre recordó que, nos toca a nosotros seguir caminando juntos, hacer juntos, redescubrirnos como hermanos. "Paso a paso, en las cosas que hacemos, podemos ver, con la ayuda de Dios, su presencia de amor que nos une en una comunión cada vez más fuerte. Quisiera pedir con vosotros - invocó el Pontífice - la gracia de caminar así: no cada uno por su camino, siguiendo sus propios objetivos, como si el otro fuera sólo uno que la historia ha puesto a mi lado, sino como hermanos que la Providencia ha reunido y que avanzan juntos hacia el único Señor, llevando los unos los pesos de los otros, regocijándose los unos por los pasos de los otros. Agradezco a la Diaconía Apostólica por el recorrido realizado en este camino y aseguro el apoyo de la Iglesia Católica para la continuación de este recorrido".
Después de hablar de los jóvenes y de su preciosa colaboración, el Papa Francisco dijo que, la pastoral familiar es otro campo fructífero de colaboración entre ortodoxos y católicos, un campo que debe ser cultivado con pasión y urgencia. "En este tiempo, caracterizado por cambios muy rápidos en la sociedad, que se reflejan en una creciente fragilidad interior, las familias cristianas, aunque pertenecen a ámbitos geográficos y culturales diferentes, están afectadas por muchos desafíos similares".
El Santo Padre señala que, estamos llamados a estar cerca de ellos, a ayudar a las familias a redescubrir el don del matrimonio y la belleza de custodiar el amor, que se renueva cada día en el compartir paciente y sincero y en el poder suave de la oración. Estamos llamados, subraya el Pontífice, a estar cerca incluso cuando la vida familiar no se lleva a cabo según la plenitud del ideal evangélico y no se desarrolla en paz y alegría.
Antes de concluir, el Papa Francisco invitó a los miembros de la Delegación a que "juntos, respetando nuestras respectivas tradiciones espirituales, podemos colaborar activamente en la promoción, en diversos contextos, nacionales e internacionales, de actividades y propuestas relativas a la familia y a los valores familiares".
Juntos, respetando nuestras respectivas tradiciones espirituales, podemos colaborar activamente en la promoción, en diversos contextos, nacionales e internacionales, de actividades y propuestas relativas a la familia y a los valores familiares
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