Audiencia a los miembros del Colegio Pío Latinoamericano El Papa pide a los sacerdotes “volver a Dios” cada noche, no “a la pantalla de un celular”

“Renovemos cotidianamente el encuentro con el Señor, compartamos su Palabra, permanezcamos en silencio ante Él para ver qué nos dice, qué hace, cómo siente, cómo calla, cómo ama. Dejémoslo que sea ‘Verbo’ en nuestras vidas y, si me permiten la imagen, dejémoslo ‘conjugarse’ en nosotros y a través nuestro. No le impidamos que actúe en nuestro ministerio en primera Persona. ¡Que Jesús tenga voz activa en cada una de nuestras decisiones! Somos ministros suyos, pertenecemos a Él y nos llamó para ‘estar con Él’. Esto es lo que significa ser sus discípulos”. 

Son las palabras del papa Francisco durante la audiencia que concedió esta mañana a los miembros del Colegio Pío Latinoamericano, en las que reflexionó sobre esos dos términos tan gratos para el Pontífice argentino: discípulos y misioneros.  

Así, les invitó "a salir, movernos, llevar la alegría del Evangelio" porque "también a nosotros nos esperan nuestros hermanos y hermanas, especialmente los que aún no han experimentado el amor y la misericordia del Señor, para que les anunciemos la Buena Noticia de Jesús y los conduzcamos hacia Él".

“Estar” y “salir”

En ese sentido, Francisco incidió en que han de conjugar especialmente dos verbos, “estar” y “salir”, "estar con Jesús y salir a anunciarlo", puesto que "se trata de un camino 'de ida y vuelta', que tiene a Jesús como punto de partida y de llegada", y sin olvidar que “estar” con Jesús y “salir” a anunciarlo "es también estar con los pobres, con los migrantes, con los enfermos, con los presos, con los más pequeños y olvidados de la sociedad, para compartir con ellos la vida y anunciarles el amor incondicional de Dios".

Y después de salir, volver. Tal y como especificó el Papa, "no se olviden de volver a Él, cada noche, después de una larga jornada de luchas y fatigas -pero ojo, a Él, no a la pantalla de un celular-, para descansar un rato en su presencia y contarle todo lo que han vivido. Él sabe lo que nos hace falta y tiene una palabra para decirnos en cada ocasión", advirtió. 

No caer en el clericalismo

Pero además de esto, Francisco también le pidió que, cuando regresen a sus países, sean “pastores del Pueblo de Dios” y no “clérigos de Estado”, e insistió, una vez más: “Por favor, no negocien nunca la pastoralidad" ni caigan "en el clericalismo, que es una de las peores perversiones. Estén muy atentos, el clericalismo es una forma de mundanidad espiritual. El clericalismo es deformante, es corrupto, y te lleva a una corrupción, una corrupción almidonada, con la nariz parada, que te aparta del pueblo, te hace olvidar el pueblo de donde saliste”.

Finalmente, según informa Vatican News, antes de concluir su discurso, en donde como en tantas ocasiones, ha improvisado, les ha exhortado a “pedir la gracia de saber estar siempre delante, medio y detrás del pueblo, metidos con el pueblo del cual Jesús los sacó”.