Hace unos días, el cardenal Leo Burke, uno de los más conocidos enemigos del Papa, antivacunas reconocido y que se ha posicionado (pese a haber pasado gravemente la enfermedad) contra las restricciones en los templos, veía cómo la Gendarmería vaticana impedía su paso a las estancias de la Ciudad-Estado, al no poder entregar su 'Green pass'. Ahora, la Secretaría de Estado, sin citar este caso, recuerda la obligatoriedad de cumplir las normativas sanitarias dadas por Roma.
En un comunicado, el cardenal Parolin extiende las medidas, al menos, hasta finales de abril, que "se aplican a todo el personal" y se extienden "a colaboradores externos y a quienes por cualquier otro motivo realicen trabajos o actividades de formación o voluntariado en las mismas Instituciones, al personal de las empresas externas y a todos los visitantes y usuarios".
Todo ello, "considerando que la continuación de la actual situación de pandemia requiere medidas específicas extraordinarias y excepcionales para contrarrestarla y garantizar el desarrollo seguro de las actividades".
"La evaluación de los elementos para la posible exención de las obligaciones del Decreto General del 23 de diciembre de 2021 se confía a la Sección de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado", señala la nota, que se publicará también en L'Osservatore Romano.
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