Según apunta 'La Croix', habría otras razones, más allá de las médicas ¿Sólo "motivos personales" tras la renuncia de Juan Antonio Guerrero como prefecto?
El periódico francés, haciéndose eco de fuentes vaticanas, apunta "a otra razón, más relacionada con un ‘excesivo deseo de control’ que habría ejercido el jesuita español"
"Según altas fuentes vaticanas, habría mostrado una fuerte resistencia en la aplicación de la Constitución Apostólica, especialmente en la transferencia del patrimonio al ‘Banco Vaticano’", señala La Croix
“Por motivos personales". Esas fueron las razones aducidas en el comunicado vaticano para la sorpresiva renuncia del jesuita Juan Antonio Guerrero Alves como prefecto de la Secretaría para la Economía (SpE), aceptada este 30 de noviembre por el papa Francisco, quien le agradeció "la dedicación mostrada en su servicio a la Santa Sede", donde "logró poner en orden la economía”, en lo que “fue un trabajo fuerte y exigente que dio muchos frutos”. El Santo Padre le asegura sus oraciones".
El propio Guerrero, en una carta a enviada a sus colaboradores de la SpE, aseguraba que “como saben, he sido intervenido quirúrgicamente a lo largo de este año, a consecuencia de lo cual estoy sometido a un tratamiento médico que me está produciendo ciertos efectos secundarios que me dificultan especialmente el desempeño de una tarea tan exigente como la que estoy realizando”.
#PapaFrancesco ha accettato la rinuncia presentata "per motivi personali" da padre Juan Antonio Guerrero Alves come prefetto della Segreteria per l’Economia.
Il #Papa nomina nuovo prefetto della Segreteria per l’#Economia Maximino Caballero Ledo, attualmente segretario generale. pic.twitter.com/xO1Ld90GSs— Osservatorio Permanente sui Beni Ecclesiastici (@OsservatorioBE) November 30, 2022
Sin embargo, según sostiene el diario La Croix, además de las razones de salud habría otros motivos que habrían estado detrás de esta salida del religioso extremeño.
“Otras voces dentro del Vaticano también apuntan a otra razón, más relacionada con un ‘excesivo deseo de control’ que habría ejercido el jesuita español. Según altas fuentes vaticanas, habría mostrado una fuerte resistencia en la aplicación de la Constitución Apostólica, especialmente en la transferencia del patrimonio al ‘Banco Vaticano’, decidida en agosto por el papa. Estas diferencias de opinión, junto con su estado de salud, habrían contribuido a acelerar su marcha”, señala el periódico francés.
El 22 de agosto, por medio de unRescriptum ex audientia tras un encuentro con el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, Francisco decretó que los cambios en la gestión financiera de la Santa Sede promulgados en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, tengan “una fuerza firme y estable”.
Transferir bienes y activos al IOR
“Debe interpretarse en el sentido de que la actividad de gestión de bienes y custodio del patrimonio mueble de la Santa Sede y de las Instituciones relacionadas con la Santa Sede es responsabilidad exclusiva del Instituto para las Obras de Religión”, apunta el Papa en el texto.
De esa, manera Francisco establecía que“la Santa Sede y las instituciones vinculadas a la Santa Sede que posean activos financieros y activos líquidos, cualquiera que sea su forma, en Instituciones financieras distintas del IOR, deberán informar al IOR y transferirlos a éste lo antes posible en un plazo de 30 días a partir del 1 de septiembre de 2022”.