Shönborn, Bagnasco y Müller avalan ese reconocimiento al fallecido Papa emérito Los cardenales empiezan a pedir la declaración de Benedicto XVI como Doctor de la Iglesia
Las peticiones comenzaron prácticamente nada más conocerse la muerte de Benedicto XVI, y desde entonces se multiplican para que sea proclamado Doctor de la Iglesia, un reconocimiento que sólo tienen 36 personalidades en la Iglesia católica
Actualmente, solo hay 36 figuras en la Iglesia que tienen este título especial en los 2.000 años de historia del cristianismo. Se necesitan cuatro requisitos: santidad declarada, ortodoxia en la fe, eminencia en la doctrina e influjo benéfico en las almas
| RD/EFE
Las peticiones comenzaron prácticamente nada más conocerse la muerte de Benedicto XVI, que falleció el pasado sábado a los 95 años. Y desde entonces, se multiplican las manifestaciones públicas para que sea proclamado Doctor de la Iglesia, un reconocimiento que sólo tienen 36 personalidades en la Iglesia católica y que necesita un largo procedimiento y una canonización, pero que el Papa puede conceder por su propia iniciativa.
El último en unirse a las voces que piden que el teólogo Joseph Ratzinger sea elevado a esa dignidad eclesial ha sido el cardenal Angelo Bagnasco, expresidente de la Conferencia Episcopal Italiana, que en una entrevista el diario La Stampa afirma: "¿Se decidirá finalmente el mundo moderno a escucharlo? Será su salvación. Espero que pronto sea declarado doctor de la Iglesia".
"Al lado de san Agustín"
“Coloco a Benedicto XVI junto a los grandes, como Doctor de la Iglesia, Padre de la Iglesia. En mi biblioteca, he colocado las obras del papa Benedicto junto a las de San Agustín”, afirmó, por su parte, en una entrevista con el Corriere della Sera el cardenal teólogo Christoph Schönborn, de 77 años, arzobispo de Viena, además del alumno más famoso de Joseph Ratzinger.
“Yo lo comparo con San Agustín, su maestro, me atrevo a colocarlos uno al lado del otro. Su enseñanza, obras, ministerio episcopal y petrino. Después de siglos hemos tenido un papa teólogo, un maestro de la teología. Quedará entre los grandes que recordaremos en los siglos venideros, recordaremos a Joseph Ratzinger en el siglo XX como recordamos a John Henry Newman en el XIX y a Tomás de Aquino y Buenaventura da Bagnoregio en el XIII”, añadió.
"Uno de los grandes eruditos de nuestro tiempo"
“Benedicto XVI fue un gran pensador y un verdadero Doctor de la Iglesia de hoy", según describió al difunto Ratzinger el cardenal y teólogo alemán Gerhard Müller, en una reciente entrevista en la publicación estadounidense National Catholic Register.
Muller, exprefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y que fundó el 'Instituto Benedicto XVI' para poner a disposición los escritos recopilados de Joseph Ratzinger, explicó que el Papa emérito fue "uno de los más grandes eruditos cristianos de nuestro tiempo”.
Solo 36 doctores de la Iglesia en la historia
El título de Doctor de la Iglesia puede ser otorgado por un papa o un concilio y es un reconocimiento muy importante que se atribuye, de manera excepcional a quienes en cualquier época han afirmado y defendido la ortodoxia cristiana con sus propios escritos.
Actualmente, solo hay 36 figuras en la Iglesia que tienen este título especial en los 2.000 años de historia del cristianismo. Se necesitan cuatro requisitos: santidad declarada, ortodoxia en la fe, eminencia en la doctrina e influjo benéfico en las almas.
Cuatro mujeres
Entre estos 36 "doctores y doctoras de la Iglesia" hay cuatro mujeres: Santa Catalina de Siena, patrona de Italia; Santa Teresa de Ávila, monja y mística; en 1997, por voluntad de Juan Pablo II, se unió Santa Teresa de Lisieux, mística francesa y patrona de Francia; y en 2012, Santa Hildegarda de Bingen, una monja benedictina de origen alemán que vivió a finales del siglo XII, declarada por Benedicto XVI.
La propuesta, que puede llegar por parte de una conferencia episcopal, es estudiada primero por la Congregación para la Doctrina de la Fe y después por la Congregación para las Causas de los Santos. Si las dos congregaciones emiten un dictamen positivo, se convoca una reunión conjunta de los cardenales de ambas, que somete formalmente la petición al Papa. Si el papa lo desea, puede proclamar "Doctores" por propia iniciativa.
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