Construyamos una cultura de compasión y fraternidad
En el Mensaje, el Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso expresa sus mejores deseos a todas las comunidades budistas del mundo, con motivo de la celebración de la fiesta de Vesakh/Hanamatsuri; como lo ha venido haciendo en los últimos veinticuatro años, y ahora que se cumple el vigésimo quinto aniversario de este tradicional Mensaje, el Purpurado desea renovar “el vínculo de amistad y colaboración con las diferentes tradiciones que representan”. En este sentido, el Cardenal Ayuso afirma que, “conscientes del alto valor que nuestras mutuas tradiciones religiosas atribuyen a la compasión y la fraternidad en nuestra búsqueda espiritual, en el testimonio y en el servicio que prestamos a una humanidad y a una tierra herida”, invita a reflexionar este año sobre el tema “Budistas y cristianos: construyamos una cultura de compasión y fraternidad”.
La fraternidad humana y de la convivencia común
El Presidente de este Dicasterio Vaticano recordando el Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común afirma que, “las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común”; asimismo, recuerda las palabras del Papa Francisco en el Encuentro con el Patriarca Supremo de los Budistas en Tailandia el pasado mes de noviembre, donde dijo que, “podremos creer en el ejercicio de buena ‘vecindad’ y crecer en él. Que sean capaces de generar y aumentar iniciativas concretas en el camino de la fraternidad, especialmente con los más pobres, y en referencia a nuestra tan maltratada casa común. De esta manera contribuiremos a la construcción de una cultura de compasión, fraternidad y encuentro tanto aquí como en otras partes del mundo”.
Promover una cultura de compasión y fraternidad
Asimismo, recordando los “nobles gestos” del Príncipe Siddhartha que renunció a su condición real y se puso en marcha en busca de la sabiduría, gestos que dieron origen a la fiesta de Vesakh/Hanamatsuri, y que nos recuerda el noble gesto de San Francisco de Asís, dejándolo todo porque quería seguir a Jesús, que "se despojó de sí mismo, tomando la condición de siervo". “Sus ejemplos y el de sus seguidores – afirma el Purpurado – nos inspira una vida de desapego pensando en lo que es más importante. Por consiguiente, podremos dedicarnos con mayor libertad a promover una cultura de compasión y fraternidad para aliviar los sufrimientos de la humanidad y el medio ambiente”.
Buscar formas de colaboración mutua
Por todo ello, y teniendo presente que todo está relacionado, el Cardenal Ayuso pide que, “en un espíritu de gratitud por su amistad, les pedimos humildemente que acompañen y que apoyen a sus amigos cristianos en la promoción de la bondad del amor y la fraternidad en el mundo de hoy”. Así como nosotros, budistas y cristianos, aprendemos unos de otros a ser más atentos y compasivos cada día, así podemos seguir buscando formas de colaborar para que nuestra relación se convierta en una fuente de bendición para todos los seres sensibles y para el planeta, que es nuestra casa común.
En camino hacia el Pacto Educativo Global
En este sentido, el Presidente de este Pontificio Consejo señala que, “para asegurar la continuidad de nuestra solidaridad universal, se necesita un proceso educativo para nuestro ‘viaje’ compartido”. Con este fin, el 15 de octubre de 2020 se celebrará un evento mundial sobre el tema "Reinventar el Pacto Mundial sobre la Educación". Y como dijo el Papa Francisco sobre este Pacto, "esta reunión reavivará el compromiso por y con las generaciones más jóvenes, renovando la pasión por una educación más abierta e inclusiva, capaz de una escucha paciente, un diálogo constructivo y mutua comprensión". Invitando a promover esta iniciativa dentro de sus comunidades, el Cardenal Ayuso manifiesta que, estamos contentos de ver que, “en varias partes del mundo, budistas y cristianos se basan en valores profundamente arraigados y trabajan juntos para erradicar las causas de los males sociales”.
Vivir este difícil momento con esperanza, compasión y caridad
Finalmente, antes de concluir su Mensaje el Cardenal Ayuso eleva su oración por los afectados por la pandemia de coronavirus y por los que los ayudan. Animando a los fieles a vivir este difícil momento con esperanza, compasión y caridad. Al mismo tiempo que renueva a los “queridos amigos budistas”, en un espíritu de amistad y colaboración, “nuestros buenos deseos de una pacífica y alegre fiesta de Vesakh/Hanamatsuri”.