La población, 'víctima inocente', afronta una catástrofe humanitaria El CMI pide el cese permanente de las hostilidades en Sudán: "Respeten el acuerdo de alto el fuego"
En una declaración pública, el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha pedido el cese permanente de las hostilidades en Sudán, donde la población afronta una catástrofe humanitaria tras semanas de intensos enfrentamientos entre el ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido
"El pueblo sudanés sigue siendo víctima inocente de una disputa en el seno del Consejo Militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de octubre de 2021"
"Respeten el acuerdo de alto el fuego de manera que puedan proseguir las operaciones humanitarias, se abstengan de cometer más actos de violencia, matanzas, destrucción y saqueos"
La violencia ha afectado indiscriminadamente a todos los sectores de la población, y los asociados presentes en el terreno han informado de "una situación de trastorno absoluto de la vida civil y de las capacidades de respuesta humanitaria"
"Respeten el acuerdo de alto el fuego de manera que puedan proseguir las operaciones humanitarias, se abstengan de cometer más actos de violencia, matanzas, destrucción y saqueos"
La violencia ha afectado indiscriminadamente a todos los sectores de la población, y los asociados presentes en el terreno han informado de "una situación de trastorno absoluto de la vida civil y de las capacidades de respuesta humanitaria"
Cientos de miles de personas han sido desplazadas dentro de Sudán, y decenas de miles de refugiados están huyendo a Chad, Etiopía, Sudán del Sur y otros países, donde a menudo llegan a zonas donde ya existen niveles de inseguridad alimentaria aguda clasificada como “emergencia humanitaria”.
El alto el fuego de una semana que comenzó oficialmente el lunes 22 de mayo de 2023 prometía la oportunidad de hacer llegar la ayuda humanitaria de emergencia. Sin embargo, según señala la declaración, “incluso este alto el fuego temporal está siendo escasamente respetado; en muchas zonas no han cesado los combates”.
La violencia ha afectado indiscriminadamente a todos los sectores de la población, y los asociados presentes en el terreno han informado de “una situación de trastorno absoluto de la vida civil y de las capacidades de respuesta humanitaria”. En este contexto, la declaración destaca las consecuencias de creciente gravedad en las iglesias y comunidades religiosas de Sudán. “Los fieles de la Iglesia Copta de Mar Girgis (San Jorge), en Omdurman, fueron atacados durante la misa del domingo 14 de mayo de 2023, y resultaron gravemente heridos. En Jartum, tanto la catedral anglicana como la catedral católica romana han sido bombardeadas, dañadas y saqueadas. La catedral de Todos los Santos de la Iglesia Episcopal Anglicana de Sudán se encuentra ocupada por los paramilitares. Las iglesias y mezquitas de Geneina, El Fashr y Nyala también se han visto afectadas. Los obispos, sacerdotes y dirigentes religiosos de todo el país se encuentran desplazados”.
"Respeten el acuerdo de alto el fuego de manera que puedan proseguir las operaciones humanitarias, se abstengan de cometer más actos de violencia, matanzas, destrucción y saqueos; respeten el derecho internacional humanitario relativo a la protección de la población civil, y se comprometan a un cese permanente de las hostilidades para que los civiles puedan retomar sus vidas y medios de subsistencia en condiciones de seguridad, y la nación de Sudán pueda iniciar el proceso de reconstrucción y reconciliación"
La declaración exhorta a todos los combatientes a que “respeten el acuerdo de alto el fuego de manera que puedan proseguir las operaciones humanitarias, se abstengan de cometer más actos de violencia, matanzas, destrucción y saqueos; respeten el derecho internacional humanitario relativo a la protección de la población civil, y se comprometan a un cese permanente de las hostilidades para que los civiles puedan retomar sus vidas y medios de subsistencia en condiciones de seguridad, y la nación de Sudán pueda iniciar el proceso de reconstrucción y reconciliación”. Insta a todos los miembros responsables de la comunidad internacional a insistir en que los líderes militares entablen negociaciones eficaces y “hace un llamado a todas las iglesias miembros y asociados ecuménicos del CMI, así como a todas las personas de buena voluntad, para que se unan en solidaridad y apoyo al pueblo de Sudán, que tanto ha sufrido durante tanto tiempo, y que el resto del mundo tanto ha descuidado”.
La declaración concluye pidiendo al secretario general del CMI “que encabece la visita de una delegación ecuménica a las iglesias y al pueblo de Sudán en cuanto las condiciones de seguridad lo permitan”.
El Comité Ejecutivo del CMI se reúne del 22 al 26 de mayo por videoconferencia para tratar los asuntos ordinarios del CMI relativos al primer semestre del año y revisar los preparativos de la reunión del Comité Central, que tendrá lugar del 21 al 27 de junio en Ginebra.
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