El paso más audaz de Francisco en su afán por abrir nuevos espacios de responsabilidad a las mujeres La vida religiosa catalana da la bienvenida a Simona Brambilla, primera prefecta del Vaticano
El nombramiento, anunciado el pasado 6 de enero, representa un paso crucial en el proceso de "desmasculinización" de la Iglesia, siguiendo la línea de otras reformas impulsadas por el Papa argentino a lo largo de sus doce años de pontificado
Cristina Inogés: "Esta reforma promueve una nueva forma de liderazgo en la Iglesia, más inclusiva y diversa"
Unió de Religiosos de Catalunya: "Un signo de normalidad y de igualdad, que reconoce las capacidades personales de las mujeres en el servicio a la Iglesia"
Desde Dones Alcem la Veu, se subraya que el trabajo no está terminado. Eva Segura, miembro del colectivo, destaca que, aunque el nombramiento de Brambilla es significativo, el cambio estructural debe ser más profundo y permanente
Unió de Religiosos de Catalunya: "Un signo de normalidad y de igualdad, que reconoce las capacidades personales de las mujeres en el servicio a la Iglesia"
Desde Dones Alcem la Veu, se subraya que el trabajo no está terminado. Eva Segura, miembro del colectivo, destaca que, aunque el nombramiento de Brambilla es significativo, el cambio estructural debe ser más profundo y permanente
| Jordi Pacheco Agencia Flama
El papa Francisco ha hecho historia al nombrar a Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, convirtiéndola en la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de la Iglesia. El nombramiento, anunciado el pasado 6 de enero, representa un paso crucial en el proceso de "desmasculinización" de la Iglesia, siguiendo la línea de otras reformas impulsadas por el Papa argentino a lo largo de sus doce años de pontificado.
Francisco, en su Constitución Apostólica Praedicate Evangelium (2022), abrió la puerta a la participación de los laicos en la curia, incluyendo funciones de gobierno. Brambilla, misionera de la Consolata, recibirá el apoyo de Ángel Fernández Artime, religioso salesiano asturiano, como prefecto. Aunque las religiosas representan el doble de los religiosos en el mundo, no fue hasta 2019 que las mujeres empezaron a formar parte del consejo de dicho Dicasterio, hasta entonces formado únicamente por hombres.
Este último nombramiento se considera el paso más audaz del papa Francisco en su afán por dar un mayor protagonismo a las mujeres dentro de la Iglesia. Según la teóloga Cristina Inogés, la llegada de Brambilla es una clara manifestación de la puesta en marcha de Praedicate Evangelium, un gobierno eclesiástico separado del sagrado orden del sacerdocio. "Esta reforma promueve una nueva forma de liderazgo en la Iglesia, más inclusiva y diversa", señala Inogés.
Desde la Unió de Religiosos de Catalunya (URC), también se ha recibido con satisfacción la noticia. Susana García del Álamo, su presidenta, ve este nombramiento como "un signo de normalidad y de igualdad, que reconoce las capacidades personales de las mujeres en el servicio a la Iglesia". Según García, Brambilla no es sólo una persona formada y actual, sino que, gracias a su "gran capacidad de escucha" y a su carácter "sencillo, prudente y paciente", aportará una perspectiva fresca y práctica.
La religiosa catalana Teresa Rofes, Carmelita descalza, también destaca la idoneidad de Brambilla para este cargo, especialmente por su experiencia como misionera y por su capacidad para entender y atender a los problemas específicos de la vida consagrada femenina. Según Rofes, la experiencia de Brambilla en el sur global, como enfermera y religiosa, la hace particularmente apta para liderar en ese contexto. "Su perfil promete aportar una renovación realmente sinodal", asegura.
Un proceso continuo de reformas
Simona Brambilla, de 59 años, fue superiora general de las Misioneras de la Consolata en Italia y tiene experiencia misionera en Mozambique. En diciembre de 2023, el Papa la nombró miembro del Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo, junto con María Lía Zervino, expresidenta de la Unión Mundial de Organizaciones de Mujeres Católicas y miembro, también, del Dicasterio para los Obispos desde el 2022.
Este nombramiento se enmarca en un proceso continuo de reformas del Papa, quien a lo largo de su pontificado ha promovido el acceso de las mujeres a importantes cargos en la curia vaticana. Entre ellas se encuentran Alessandra Smerilli, nombrada secretaria del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral en 2021, y Barbara Jatta, quien desde 2016 dirige los Museos Vaticanos.
El nombramiento de Brambilla se suma a otros avances recientes, como la designación de mujeres como subsecretarias en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y en el Dicasterio de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, donde Carmen Ros Nortes también ocupa un cargo de relevancia.
A pesar de estos avances, desde Dones Alcem la Veu, se subraya que el trabajo no está terminado. Eva Segura, miembro del colectivo, destaca que, aunque el nombramiento de Brambilla es significativo, el cambio estructural debe ser más profundo y permanente, más allá de los nombramientos individuales. “La transformación en la Iglesia hacia una mayor igualdad de género”, según Segura, “debería ser irreversible”.
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