¡Feliz domingo! El domingo es el día Bach en este humilde blog. Hace un par de días celebrábamos su cumpleaños, pero aquí todos los domingos son días de celebrar que la obra de Bach está muy introducida entre nosotros, y que nos sigue maravillando.

Sigamos los pasos de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Cuando murió nadie conocía completamente quién era Bach, aunque su obra sí era conocida. Así, que sus partituras fuesen de acá para allá no influyó demasiado en su legado musical puesto que cualquier cosa que fuese reencontrada serviría para aumentar su reputación. Fuera de Alemania también había admiradores del maestro. Por ejemplo, el Padre Martini, quien escribió a un colega alemán lo siguiente (en abril de 1750): «Considero superfluo escribir el mérito singular del Sig. Bach, puesto que es lo suficientemente conocido y admirado no solamente en Alemania, sino en toda Italia. Solo diré que es muy difícil en la profesión encontrar a alguien que lo sobrepase».

Vamos a escuchar su coral Herr Christ, der Einig Gottes Sohn, BWV 601. Es una composición que tiene un movimiento de notas muy especial. Los motivos ascendentes de los bajos hace referencia a las palabras que aparecen en el coral Aus sein Herzen entsprossen («brotado de su corazón»). El movimiento constante en semicorcheas, que casi llega hasta el último compás, podría describir las palabras Sein Glänzen streckt er ferne / Vor andern Sternen klar («Hace que su luz brille desde más lejos que las estrellas»). El tempo y el ritmo general no puede ser más alegre, mostrándonos a Jesús como el salvador que nos trae la alegría. Vamos a escuchar esta obra en la versión para piano de David Earl Moyer (1895-1987).

La interpretación es de Frederick Moyer al piano.