Bach, suite francesa BWV 814

Bach, suite francesa BWV 814

¡Feliz domingo! Creo que la palabra feliz con que empiezo cada publicación puede aplicarse perfectamente a toda la música de Bach (casi me atrevería a decir que incluso en sus cantatas más austeras). En particular, es cierto para su música para clave que es la que nos ocupa en esta últimas semanas con obras que realmente con muy conocidas. Quizá no lo sea tanto la suite completa pero hay movimientos sueltos que se han popularizado de una forma especial.

J. S. Bach

Como siempre, primero centrémonos en algo de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Su éxito a la hora de componer (además, evidentemente, de un talento innato no igualado) se debía a la diligencia y la humildad con que se enfrentaba a la música. Le gustaba tocar a sus discípulos pasajes complejos para que supiesen cómo debían tocarse; les convencían de que debían repetirlo hasta aprenderlos perfectamente. Puesto que él mismo estuvo aprendiendo toda su vida hasta que murió, ese gusto se lo traspasó a sus discípulos. Muchas de sus obras famosas (tanto para clave como para órgano) fueron compuestas como aprendizaje, o bien para sus hijos y otros discípulos, o bien para sí mismo a la hora de comprobar si algunas de sus ideas funcionaban luego sobre los pentagramas. Puede decirse que Bach fue un maestro continuo, cuyas enseñanzas se extienden hasta hoy día.

Disfrutemos de su suite francesa n.º 3 en si menor, BWV 814. Comienza, como siempre, con una allemande. Tiene ritmo vivo con un bello efecto de eco que casi es el que domina todo el movimiento; en la segunda parte se invierten de alguna forma los motivos. Contrasta con ella una courante y luego la correspondiente sarabande. Esta tiene ritmo de andante y está construida a partir de una melodía muy lírica. Hasta aquí lo que sería la suite habitual ya que como cuarto movimiento encontramos una danza llamada anglaise, esto es, de reminiscencias inglesas. Le sigue un habitual par de minuets (regresamos a la estructura habitual), siendo el segundo un ejercicio interesante para tres voces. Termina la composición con la habitual gigue, otra vez de inspiración inglesa, llena de arpegios y del habitual ritmo movido.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Pierre Hantaï al clave.

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