Gloria a Dios en las alturas
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¡Feliz lunes! Empezamos semana con la música de un maestro que es posible que sea la primera vez que viene a nuestro encuentro. Ya he llegado a perder la cuenta de quién falta, aunque seguro que son muchos. Veamos quién es.
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Se trata de John Amner (1579-1641), compositor inglés nacido en Ely. Dado el lugar en el que vio la luz, con ese templo tan importante, ahí desarrolló la mayor parte de su actividad como músico y dedicándose a su liturgia. Sin embargo, su música cayó pronto en la más completa oscuridad hasta que ha sido redescubierto en el siglo XXI. Su silenciamiento quizá se deba a que nació en la misma década que Gibbons, Weelkes y Tomkins (grandes de la música inglesa) y a que Amner no hizo una significativa contribución a ninguna forma musical. Sus mejores composiciones son para el coro de la catedral de Ely. Aquí si vemos que tiene contribuciones sustanciales, dignas de que sean escuchadas, como en el caso del ejemplo de hoy.
Hoy disfrutaremos de su motete Glory be to God on high. Lo podemos encontrar en fuentes diversas que se contradicen entre ellas. En una es tratado como un verse anthem (un tipo de himno en el que se alternan las intervenciones solistas con las corales) para bajo solista y coro, mientras que en otras (por ejemplos las de Peterhouse) forma parte de un gloria que está en el tercer servicio. Amner hace un tratamiento muy extrovertido del texto e incluso presenta fragmentos solistas para contratenor y voz sobreaguda.
La interpretación es del Coro de la Catedral de Ely dirigido por Paul Trepte.