Misa del Papa Marcelo



Este título, icónico donde los haya, no había aparecido aún en este blog. Cuando he reparado en ello me he dicho que no podía dilatar más su presencia aquí. Así que hoy, en este semana de pasión, previa a la Semana Santa, vamos a disfrutar de esta inmensa obra, monumento de la historia y que todo aficionado a la música debe conocer; sea del tipo que sea, siempre que sea buena música.

Su compositor no es otro que el grandísimo Giovanni Pierluigi da Palestrina (c1525-1594), maestro italiano nacido en Palestrina. El joven Palestrina tenía un talento innato para la música, tanto para la composición como para la interpretación. Parece ser que estudió el Roma con el francés Robin Mallapert, que era director de la Capilla Liberiana de la Basílica de Santa María La Mayor. En ese mismo puesto también estuvo Firmin Lebel y, por tanto, es posible que también fuese maestro de nuestro compositor. Todos estos ingredientes hicieron que Palestrina se convirtiese pronto en el maestro más importante del norte de Europa y el polifonista más renombrado. Consiguió que en Italia fuese el compositor más importante, frente a otros dos que ya estaban asentados, como eran Josquin Desprez y Guillaume Dufay. Palestrina tenía tanta habilidad para la polifonía que pronto se convirtió en uno de los compositores más importantes de occidente.

De este grande te traigo otra obra grande: su Missa Papae Marcelli. Fue publicada en 1567, y tiene algo de historia. Este papa (de nombre original Marcello Cervini) decretó que la música (es decir, la polifonía) debía ser más austera, liberarse de vanos adornos y estar más acorde con lo que representaba. Esto sobre todo lo dejó claro durante el Viernes Santo de 1555. Esto fue algo que posteriormente lo sostuvieron otros papas. El Concilio de Trento recogió todos estos aspectos y parece ser que esta misa fue la respuesta de Palestrina a este tipo de composición, en la que la inteligibilidad del texto debía ser lo primero. La obra está perfectamente planeada por Palestrina y, que se sepa, no sigue ningún cantus firmus ni motivo conocido.

La partitura de la pieza puedes descargarla aquí.

La interpretación es del conjunto The Tallis Scholars dirigido por Peter Philips.

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