Una oración
¡Feliz jueves! Empezábamos el lunes con una oración y hoy vamos con otra, por lo menos desde el punto de vista musical. En este caso, la letra proviene de un canónigo del siglo XV que escribió una obra muy influyente, incluso hasta nuestros días.
Antes, el compositor, que es Frank Bridge (1879-1941), compositor inglés nacido en Brighton. Estudió en el Royal College of Music y se graduó en 1904. En sus años finales había conseguido una beca y eso le permitió aprender de Stanford durante cuatro años. Poco a poco su reputación como compositor y como violinista fue creciendo con total justicia, llegando a ser miembro de varios cuartetos y dirigiendo varias óperas incluso en el Covent Garden. Era tan apreciado que cuando Thomas Beecham creó la New Symphony Orchestra en 1906 eligió a Bridge como su asistente. También trabó amistad con Henry Wood y algunas veces lo sustituyó como director en el Queen's Hall. Años más tarde, Wood sería un defensor de la música de Bridge.
De él vamos a disfrutar una obra que se titula A Prayer. Su texto está tomado de la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis. Como curiosidad, esta obra de Bridge es la música suya compuesta para coro y orquesta y principalmente está dirigida a conjuntos aficionados que tanto abundan en Inglaterra. Por tanto, trata el coro con una textura a base de acordes y con un contrapunto imitativo que aprendió de su maestro Stanford. El maestro no completó la orquestación de esta obra hasta 1918 y él mismo fue el que dirigió el estreno de la misma en el Royal Albert Hall en enero de 1919. Una pieza sencilla, pero llena de emoción y de reflexión propia para estos tiempos de Adviento.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de la Orquesta Nacional de la BBC de Gales dirigida por Richard Hickox.