En el hogar de los misioneros salesianos en Ambato Desde la Amazonía ecuatoriana: Niños abandonados que sueñan con "ser alguien"
"La despedida de la Amazonía se resume en Kukuj, que significa flor en achuar. Tiene 3 años y nos ha acompañado siempre con su naturalidad, sonrisa y expresividad"
"Guillermo, Cristian, Álex y Henri tienen una cosa en común: por orden judicial están en un hogar a cargo de los misioneros salesianos en Ambato"
"Algunos esperan ser adoptados y otros sueñan con trabajar en el extranjero, pero lo que tienen claro es que irán a la universidad para 'ser alguien y dejar huella'"
"Algunos esperan ser adoptados y otros sueñan con trabajar en el extranjero, pero lo que tienen claro es que irán a la universidad para 'ser alguien y dejar huella'"
| Alberto López
(Misiones Salesianas).- En la Amazonía es habitual caminar durante horas e incluso días. Un viaje en avioneta de 8 minutos entre dos misiones cuesta 55$, pero la población indígena no se lo puede permitir y andando supone 8 horas de camino por la selva. Para llegar a un centro de salud también hay que hacer este recorrido incluso estando enfermos...
La despedida de la Amazonía se resume en Kukuj, que significa flor en achuar. Tiene 3 años y nos ha acompañado siempre con su naturalidad, sonrisa y expresividad.
Guillermo, Cristian, Álex y Henri tienen una cosa en común: por orden judicial están en un hogar a cargo de los misioneros salesianos en Ambato (Ecuador). Sufrieron malos tratos, o los abandonaron, o sufren alguna discapacidad derivadas de las adicciones de la madre... 20 chicos, sus cuidadores, psicólogos... forman una gran familia con problemas porque algunos vivieron en la calle o consumieron drogas...
Algunos esperan ser adoptados y otros sueñan con trabajar en el extranjero, pero lo que tienen claro es que irán a la universidad para "ser alguien y dejar huella". Aprenden a convivir, a respetar a compartir... y por supuesto que también sonríen.
En la Granja Escuela Don Bosco de Ambato (Ecuador), además de un hogar para menores, también se ofrece material escolar, refuerzo educativo y alimentación a 140 menores de familias pobres.
Los misioneros salesianos ofrecen a estas familias terrenos de 250 metros cuadrados y los enseñan a cultivar, les dan semillas, herramientas y agua.
Todo lo que cosechen será para su alimentación y para que puedan venderlo en los mercados. Mientras que las mujeres trabajan la tierra, los más pequeños juegan y se embarran felices entre las hortalizas. ¡Buen fin de semana!
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