"La posición religiosa es inseparable de la justicia hacia los pobres" Arzobispo de Guayaquil: "Éticamente la corrupción es un crimen, porque sus consecuencias afectan a muchas personas"
En el conversatorio virtual sobre el tema "La Iglesia frente a la Corrupción", organizado por SIGNIS - América Latina y el Caribe y la Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz, entre otros, ha dicho que los cristianos deben anunciar y denunciar
"El anuncio se centra en los valores, como el amor, la verdad, la justicia, lo honestidad, la bondad, la libertad, la igualdad y la paz. La denuncia, en cambio, muestra los antivalores, como las injusticias, la corrupción, la violencia, la discriminación, el engaño, indicando sus causas, dinamismos y consecuencias"
"En América Latina, desde el inicio de la conquista, no faltaron hombres y mujeres que se opusieron radicalmente a los abusos del poder y a los atropellos de las autoridades de turno sobre los pueblos indígenas"
"En América Latina, desde el inicio de la conquista, no faltaron hombres y mujeres que se opusieron radicalmente a los abusos del poder y a los atropellos de las autoridades de turno sobre los pueblos indígenas"
| Alina Tufani
(Vatican News).- “¿Qué podemos hacer para frenar y, quizás, eliminar la corrupción?”, fue la pregunta base de la intervención de monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, al intervenir, el jueves 30 de julio, en el conversatorio virtual sobre el tema "La Iglesia frente a la Corrupción", organizado por SIGNIS - América Latina y el Caribe y la Comisión Ecuatoriana Justicia y Paz, entre otros.
Como premisa, el prelado afirmó que la corrupción despierta reacciones de dolor, indignación e impotencia, particularmente, en situaciones como la actual, golpeados por la gravedad de las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia de Covid-19, a nivel regional y global. “Éticamente – explicó monseñor Cabrera - la corrupción es un crimen porque sus consecuencias afectan a muchas personas: les privan de salud, de educación y trabajo, con lo cual se les condena en una muerte lenta".
Para el arzobispo ecuatoriano, en el mundo de hoy se ha instaurado una ética y una espiritualidad subjetiva e individualista: “todo es bueno si te ayuda a sentirte bien, sin importar los medios para lograrlo”. Sin embargo, advierte, la ética no se reduce únicamente al individuo, a lo que él piensa, siente, desea o quiere en la vida, sino que tiene que ver con las personas, con la naturaleza y, para los creyentes, con Dios. “La ética – recordó - se preocupa por el bienestar de todas las personas, particularmente de las más vulnerables”.
Al referirse específicamente al ejercicio de la ética, monseñor Cabrera lamentó que muchos cristianos no logran integrar los valores éticos y espirituales en la vida familiar, social, política y económica. “Esta separación explicaría el por qué muchas personas que se dicen cristianas y que inclusive van al templo para alabar, bendecir y suplicar a Dios, en la vida pública, obran de una manera contraria a sus principios éticos y espirituales”.
La Iglesia debe levantar siempre una voz profética
En este sentido, el arzobispo de Guayaquil reiteró que la Iglesia, y los cristianos, están llamados a “levantar siempre y en todo lugar una voz profética", que implica una actitud de anuncio y denuncia : "El anuncio se centra en los valores, como el amor, la verdad, la justicia, lo honestidad, la bondad, la libertad, la igualdad y la paz. La denuncia, en cambio, muestra los antivalores, como las injusticias, la corrupción, la violencia, la discriminación, el engaño, indicando sus causas, dinamismos y consecuencias".
Además, el prelado insistió en que "la posición religiosa es inseparable de la justicia hacia los pobres", es un compromiso radical de lucha contra la corrupción, en contra del abuso de poder y de la opresión de los pobres, como enseñan los profetas.
Recordando grandes figuras de fe como San Óscar Romero
“En América Latina, desde el inicio de la conquista, no faltaron hombres y mujeres que se opusieron radicalmente a los abusos del poder y a los atropellos de las autoridades de turno sobre los pueblos indígenas y mestizos, a la vez que anunciaron un mundo más humano, fraterno y justo", subrayó monseñor Cabrera. Y en este contexto, recordó las figuras como San Óscar Romero, "que murió víctima de la represión del poder político y militar" y de monseñor Leonidas Proaño, "que defendió el derecho de los pueblos indígenas a una vida digna, libre de toda forma de opresión".
El evento tenía previsto la participación del Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Mérida y administrador apostólico de la arquidiócesis de Caracas que por un corte de energía eléctrica, no pudo intervenir. El ciclo de "Conversatorios para construir el futuro, en medio de la pandemia" es una iniciativa que llevan adelante la Asociación Católica Mundial para la Comunicación - SIGNIS ALC y otras instituciones, con el objetivo de aportar alternativas posibles para construir una sociedad de justicia y dignidad en la post pandemia.