La inciativa busca apoyar programas dedicados a mejorar la vida de los supervivientes y sus comunidades Los obispos de Canadá crean un fondo de 30 millones de dólares para las víctimas indígenas de los internados católicos
El episcopado adopta así un "compromiso financiero colectivo a escala nacional para apoyar iniciativas de curación y reconciliación para los supervivientes de los internados, sus familias y sus comunidades"
El dinero será entregado durante los próximos cinco años en forma de acciones en todas las regiones del país, localmente, animando a las parroquias canadienses "a participar y ampliar el esfuerzo”
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La Conferencia Episcopal Canadiense (CCCB por sus siglas en inglés) mueve ficha tras salir a la luz el pasado verano el horror vivido por miles de menores indígenas en internados católicos de todo el país. Con la voluntad de lanzar una “expresión tangible de su compromiso de caminar con los pueblos indígenas de esta tierra por la senda de la esperanza”, el pasado 27 de septiembre, tres días después de presentar una disculpa nacional, los obispos anunciaron en un comunicado la creación de un fondo de 30 millones de dólares en beneficio de las víctimas.
Se trata, tal como reza la nota, de adoptar “un compromiso financiero colectivo a escala nacional para apoyar iniciativas de curación y reconciliación para los supervivientes de los internados, sus familias y sus comunidades. El dinero será entregado durante los próximos cinco años en forma de acciones en todas las regiones del país. “El compromiso se llevará a cabo a escala local, animando a las parroquias de todo Canadá a participar y ampliar el esfuerzo”, afirma la nota emitida por los prelados.
Raymond Poisson, presidente de la CCCB, manifestó al mismo tiempo “su esperanza de que estos esfuerzos apoyen proyectos significativos en todo Canadá y marquen una diferencia significativa a la hora de abordar el trauma histórico y actual causado por el sistema de internados”.
El consenso que llevó a los prelados canadienses a impulsar esta iniciativa se manifestó sin fisuras durante la celebración, la semana pasada, de la Asamblea Plenaria. Convencidos de que “las entidades católicas necesitaban hacer más de manera tangible para abordar el sufrimiento experimentado en los internados de Canadá”, el episcopado trabaja ya para poner en marcha acciones diocesanas locales, en un esfuerzo que, esperan, “ayudará a apoyar programas e iniciativas dedicadas a mejorar la vida de los supervivientes de los internados y sus comunidades, asegurando los recursos necesarios para ayudar en el camino de la curación”.
Trabajar conjuntamente con la sociedad indígena
“Los obispos de Canadá se han guiado por el principio de que no debemos hablar de los pueblos indígenas sin hablar con ellos. Para ello, las conversaciones en curso con los líderes locales serán fundamentales para discernir los programas que más merecen ser apoyados”, señaló, por su parte, el vicepresidente de la CCCB, William McGrattan a sabiendas de la importancia de trabajar conjuntamente con los pueblos indígenas sobre los objetivos locales, el calendario y la distribución de los fondos.
El prelado también es consciente de que “no hay un solo paso que pueda eliminar el dolor que sienten los supervivientes de los internados, pero escuchando, buscando relaciones y trabajando en colaboración donde podamos, esperamos aprender a caminar juntos en un nuevo camino de esperanza”.
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