El arzobispo de Newark reclama "una actitud cristiana hacia la violencia" Cardenal Tobin: "El pecado del racismo puede prosperar sin control"
"El asesinato de George Floyd es simplemente el último caso de una persona negra que muere en manos de quienes han jurado proteger a la comunidad"
"Retórica violenta, egoísmo e incluso la apropiación cruda de símbolos religiosos conspira para producir un miasma malévolo", ha dicho en alusión a Trump
"Nuestra sociedad no avanzará para enfrentar el mal del racismo sin la voluntad de dejar atrás a los promotores de la polarización"
"Nuestra sociedad no avanzará para enfrentar el mal del racismo sin la voluntad de dejar atrás a los promotores de la polarización"
(Agencia Fides).- "El asesinato de George Floyd, que es simplemente el último caso de una persona negra que muere en manos de quienes han jurado proteger a la comunidad, ha provocado ira justificada y protesta pacífica en todo Estados Unidos.
Además, la ira, de la vergonzosa explotación de esta tragedia, ha provocado una violencia injustificable en las ciudades de esta nación. Al presenciar la asfixia de nuestro país, muchos de nosotros lloramos angustiados: ¿por qué?": con estas palabras, el cardenal Joseph W. Tobin, arzobispo de Newark invita a la comunidad de la diócesis a vivir "una actitud cristiana hacia la violencia" y nos recuerda que "todos somos hermanos".
"La forma en que respondemos la pregunta, continúa el Cardenal, es crucial porque entonces sabremos por qué orar y cómo tendremos que actuar. Nadie viene a Jesús con la exigua solicitud de 'querer ser mejor'. Debemos recurrir al Señor del Universo, porque la malicia que conocemos no puede ser erradicada con nuestros esfuerzos sin ayuda ".
"Por supuesto, la tolerancia a las 'facciones tribales' en los Estados Unidos, especialmente en nuestro foro político, promueve una ley de la jungla salvaje y una ética inmoral de 'poder justo'. Retórica violenta, egoísmo e incluso la apropiación cruda de símbolos religiosos conspira para producir un miasma malévolo en el que el pecado del racismo puede prosperar sin control. Nuestra sociedad no avanzará para enfrentar el mal del racismo sin la voluntad de dejar atrás a los promotores de la polarización", concluye el Cardinal.