"Si asumimos esta comida en la Comunión, hemos de amar como Él nos ha amado" Carlos Castillo: "No podemos decir que creemos en Dios ' a secas', se revela en nuestra historia y en los que sufren"
En su homilía de la misa celebrada el domingo pasado, Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, explicó que Jesús es el Pan de Vida “que nos llama, nos transforma, nos hace saborear, sentir y ser también comunicadores del sabor del Señor”
Tal como informa la página web del arzobispado de Lima, en su homilía de la misa celebrada el XXI Domingo del Tiempo Ordinario, su Arzobispo, Monseñor Carlos Castillo explicó que Jesús es el Pan de Vida “que nos llama, nos transforma, nos hace saborear, sentir y ser también comunicadores del sabor del Señor”, para lo cual:
Crear la solidaridad que necesitamos
“Es necesario que, con el sentido de amor gratuito que nos da el Señor, podamos crear la solidaridad que necesitamos para salir juntos de todos los entrampamientos en los cuales vivimos”
Somos eucarísticos
Después de recordar que “la vida de la Iglesia tiene que ser una permanente expresión del amor que Dios nos da con su Eucaristía, a través de gestos de amor que muestren que somos eucarísticos porque somos testigos”, el Primado de la Iglesia peruana recalcó:
“Ya no podemos decir simplemente que creemos en Dios ‘a secas’, sino que tenemos siempre que especificar que es el Dios que se revela en Jesús y en nuestra carne, en nuestra historia, y sobre todo, en todos los que más sufren”
Ser aliento para los demás
Además, Monseñor Carlos Castillo se refirió al hecho de vivir en el amor como vivió Jesús y ser aliento para los demás. Aspecto que relacionó con el hecho de que en tiempos de Jesús hasta los sacerdotes se escandalizaban por su lenguaje. De ahí su afirmación:
Como el Pan del Cielo
“Como el Pan del Cielo, tengo que vivir como Jesús porque recibo la capacidad de amar gratuitamente como Él lo hizo en la Cruz, por amor gratuito, por misericordia con la humanidad y para ser aliento de su pueblo, esperanza de su pueblo”
Después de destacar que “Jesús llega a nosotros para hacer las cosas más sencillas” y que “Él se da en sacrificio por nosotros, se da en comida gratuitamente”, el prelado prosiguió explicando:
“Por lo tanto, si asumimos esta comida en la Comunión, hemos de amar como Él nos ha amado”
Una revelación que va a causar “una división en la comunidad cristiana. Un grupo ya no va a seguir a Jesús, se va. Es decir, se queda en la ritualidad anterior y en las costumbres que recibieron y no quieren asumir que hemos de ser testigos del amor de Dios. Se rehúsan a vivir en el amor como vivió Jesús y pretenden que no hay ninguna otra posibilidad de salvarse sino con las prescripciones legales que habían creado los sacerdotes”.
La Eucaristía nos convierte en personas gratuitas
Todos tenemos costumbres y podemos ‘domesticar’ a Dios, inclusive en algunas ocasiones se ha hablado de que los católicos tenemos un sistema y después no queremos salir del que ya hay, y no nos abrimos al rostro del otro, a los problemas del otro.
“Y decir que tenemos que comer el Pan de la Vida – añadió – es afirmar que hemos de respetar la vida y Dios. Y por lo tanto, respetar significa respetarlo en el otro, en las mujeres abandonadas y maltratadas, en los pequeños, en todas las personas que sufren. Nuestra vida es una entrega y dedicación permanente”, declaró el Obispo de Lima.
El sentido de ser peruano
Hacia el final de su homilía el Arzobispo de Lima recordó que en la historia de su país hay muchos testimonios de vidas que han enseñado el legado del sentido de ser peruano: “Todos nuestros héroes nacionales (…), todos los grandes fueron asesinados, maltratados y abandonados inclusive por las personas que se dedicaron a sacar su partido y sus propios intereses, olvidándose de todo el sentido común, el bien común que todos necesitamos”.
Y explicó que decía esto porque son mayoritariamente un país católico y cristiano, y tienen verdaderos cristianos que han mostrado esto. A lo que agregó:
“Y ahora tenemos esos testimonios multiplicados en nuestras enfermeras, en los policías, el personal de servicio, los sacerdotes también que han perdido su vida, en muchos casos por estar con la gente, por ser aliento de su pueblo”
Meditar bien y hacer las cosas en forma justa
Sin embargo dijo asimismo: “El riesgo más grande que corremos todos es hacer cosas sin sentido, locamente, apurarnos y no pensar bien lo que vamos a hacer. Necesitamos meditar bien y hacer las cosas en forma justa, no por reacción”. Por último, Monseñor Castillo explicó que Pedro reconoce en Jesús al “Santo de Dios”:
“Miren qué interesante, porque para los hebreos la palabra ‘santo’ era una persona que estaba alejada. Y acá está hablando del ‘Santo de Dios’ que está cercano, comprometido con nosotros, entropado en nuestros problemas”
Etiquetas