Edgardo Cedeño, Agenor Brighenti y Erika Aldunate Esperanzas, perspectivas y reflexiones: una mirada al Sínodo desde América Latina y el Caribe

Cedeño, Aldunate y Brighenti
Cedeño, Aldunate y Brighenti ADN Celam

Desde América Latina y el Caribe hemos sintonizado voces teológicas para hacerlas resonar desde ADN Celam, miradas atentas a nuestro tiempo que nos comparten sus esperanzas, perspectivas y reflexiones

(ADN Celam).- En estos días estamos viviendo ya casi la recta final como Iglesia universal reunida en Vaticano con motivo de la Segunda Fase del Sínodo de la Sinodalidad —y hasta el 27 de octubre—. Desde América Latina y el Caribe hemos sintonizado voces teológicas para hacerlas resonar desde ADN Celam, miradas atentas a nuestro tiempo que nos comparten sus esperanzas, perspectivas y reflexiones.

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Hoy invitamos a monseñor Edgardo Cedeño, obispo de Penonomé, Panamá; al sacerdote Agenor Brighenti, profesor y doctor en Teología; y Erika Aldunate, laica, teóloga e historiadora boliviana.

Monseñor Edgardo Cedeño, obispo de Penonomé, Panamá:

“Una alegría compartir también esos ministerios, esos carismas que están ligados por el Espíritu a nuestra gente, ese compartir de sentirnos una Iglesia circular nos compromete a ser una Iglesia servidora, siempre en salida, siempre misionera”.

Padre Agenor Brighenti, brasileño, coordinador del Equipo Teológico del Celam:

“Este proceso que estamos haciendo como Iglesia sinodal quiere ser un proceso sin fecha. El gran desafío es seguir en esta Segunda Asamblea pero continuando el proceso porque hay mucho camino por recorrer, hemos dado pasos interesantes en América Latina pero hay muchos desafíos a ser superados para continuar con la escucha, el seguimiento, la toma de decisiones, serán fundamentales para tener una Iglesia realmente sinodal”.

Erika Aldunate, docente e investigadora de Bolivia:

“Sobre todo en el ámbito juvenil, en el ámbito de la mujer, en el ámbito laical y también en el seminario donde yo enseño, los jóvenes se dan cuenta de que todos somos corresponsables. El Papa se ha estado dirigiendo a los jóvenes, a las mujeres, al laicado, y creo que esta gran masa de la población —el pueblo de Dios— es quien realmente asume estas enseñanzas no solo del Papa sino también del Concilio Vaticano II que en este Sínodo de la Sinodalidad se las está plasmando, se está llevando a la práctica”.

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